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Sa Bassa

Dos días sin piscina por sucia y las tres niñas que nadaron vestidas

La Sala Imperial de Manacor, tapiada. ajuntament

A veces hay que reírse con ironía de ciertas ocurrencias, si no se quiere terminar llorando. Hace tres días que la piscina municipal de Petra, situada en el polideportivo de Na Capitana, tuvo que cerrar su actividad ante la evidencia. El agua, tendente cada vez más a la insalubridad por falta de mantenimiento, llegó a un nivel de turbiedad que hizo presagiar lo peor (infecciones varias como mínimo), con lo que a principios de semana el Ayuntamiento decidió cerrar e investigar (a su manera) las causas. De entre ellas sobresalen dos (o la misma pero tendenciosamente elaborada). La oficial es que el aparato encargado de ir limpiando el agua se llenó de pelos y dejó de funcionar durante varios días, lo que hizo que fuera difícil verse los propios pies dentro del agua. Esperando quizá que se aclarara sola, la concesionaria decidió mantener el recinto abierto. Pero ni las madres que llevan a sus hijos a clases de natación, ni quienes tienen carné piscinero vieron nada ´claro´ todo el asunto.

La culpa surreal

Para rizar el rizo, se ha intentado culpar veladamente del entuerto a tres niñas musulmanas que hace unos días se lanzaron vestidas al agua de la piscina, lo que habría, según versiones oficiosas y malintencionadas, agravado el problema de mantenimiento. No es la primera vez que los usuarios de la piscina municipal se quejan de la poca limpieza que presenta la instalación y la falta de mantenimiento que, entre otras cosas, hace que la silla especial para que las personas con movilidad reducida, todavía no funcione adecuadamente después de tiempo estropeada.

¿Camisetas sexistas?

Este año las camisetas de las fiestas de Santa Pràxedis han despertado las críticas de muchos vecinos ante la separación de sexos por sus colores: verde para las masculinas y rosa para las femeninas. Lo que para muchos no es más que una distinción sexista por los colores ´tradicionales´.

La Sala Imperial, sin entrada

La mítica Sala Imperial de Manacor, cine inaugurado en 1952 y que el 1985 se reconvirtió en bingo hasta su cierre definitivo en 2012, tenía hasta hace unos días una de las entradas más icónicas de la ciudad, con una escalera y grandes puertas de entrada junto a las taquillas. Ahora, una pared blanca tapia lo que fue también la puerta al bar.

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