"Si solamente es cuestión de unos días no supone ningún riesgo para la salud, más allá de las molestias provocadas por los residuos y los malos olores", explica el doctor y concejal del ayuntamiento de Manacor, Bernadí Bou. En cambio reconoce que si el calor hubiera aumentado y los días de huelga se hubieran alargado, existía la posibilidad de que la fermentación de los residuos orgánicos hubiera causado "un sobrecrecimiento de las bacterias y microbios", lo cual ya hubiera sido mucho más grave.

"Está claro que el riesgo siempre existe, pero el de estos días aún se podía calificar de mínimo, a no ser claro que se hubieran manipulado los residuos o hubiera habido un contacto con los líquidos de bolsas o recipientes", señala Bou, quien aclara que en todo caso debían ser Salud Pública y la conselleria de Sanidad del Govern quienes debían valorar cuándo era necesario intervenir si el problema persistía.

Existen, sin embargo, distintos microbios y bacterias peligrosos que podrían haberse empezado a transmitir través de los insectos y roedores que ya estaban apareciendo en algunas de las zonas donde se acumulaban un mayor número de contenedores.

Pocas veces

Y es que aunque incómodas y olorosas por momentos, las huelgas de basuras raramente han hecho saltar la línea roja sanitaria por infecciones contra la salud pública. Según los facultativos consultados, hubiera sido necesaria una conjunción de falta de higiene, aparición de enfermedades infecciosas y la contribución expresa de animales como ratas y garrapatas, para que vehicularan las enfermedades. Hubiera sido peor que entre los días de sol hubiera llovido y creado humedad.