Més-Esquerra, en la oposición, expresó en el pleno del Ayuntamiento, celebrado anteayer, su hartazgo por lo referente al "flagrante incumplimiento de la disciplina urbanística en el municipio". Según Joan Llodrà, portavoz de la coalición, en el consistorio se suman cerca de mil expedientes de infracciones urbanísticas diversas. "Y nunca se ha llegado a aprobar demolición alguna, a excepción curiosamente de dos casos públicos y a raíz de sentencias judiciales: el Pont del Riuet de Porto Cristo y parte de la plaza de les Verdures de Manacor", apuntó.

En esta línea, Llodrà criticó principalmente la "inacción" de los gobiernos de Pastor (doce años) y advirtió a los actuales dirigentes del PP, El Pi, AIPC y SyS de que "hay que afrontar ya la situación o se cometerá delito de prevaricación por omisión". El edil republicano criticó que "una minoría de personas" provocan una proliferación ilegal de construcciones, "un desgavell a fora vila". Por ello, exigió directamente disciplina a nivel local o la adhesión urgente a la Agència de Disciplina Urbanística de Mallorca (vinculada al Consell). De hecho, en marzo, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad analizar ésto último en la Comisión de Urbanismo o en una ponencia creada a propósito. Nada se ha hecho.