El municipio de Manacor se enfrenta desde hoy a una huelga indefinida de recogida de basuras y limpieza vial sin precedentes próximos. El conflicto salarial entre la empresa concesionaria del servicio, Limpiezas Urbanas de Mallorca (Lumsa) y sus trabajadores, ha provocado una situación que causa una gran preocupación tanto entre los vecinos como en el propio Ayuntamiento, que intenta ahora que se cumplan los servicios mínimos acordados con Lumsa y la conselleria de Trabajo antes de cerrar el conflicto "en el menor tiempo posible", espera el alcalde Pedro Rosselló.

Y es que el consistorio manacorí se siente el mayor perjudicado por la falta de acuerdo en la subida de las nóminas de los 64 trabajadores de Lumsa, negociada y encallada desde hace tres meses y que ha desembocado en el parón que oficialmente dio inicio a las doce de esta pasada madrugada. "Es un conflicto entre empresa y trabajadores, donde los perjudicados somos todos los ciudadanos del municipio", añade el alcalde, quien recuerda que ni el pasado viernes ni este martes se pudo llegar a un acuerdo en el Tribunal d'Arbitratge i Mediació de les Illes Balears (TAMIB) para desconvocar la huelga. Rosselló reconoce también estar "decepcionado" por la "falta de voluntad negociadora".

Miedo a roedores y olores

Los técnicos de Medio Ambiente por su parte, temen que debido a las fechas y las altas temperaturas, la huelga pueda provocar que en pocas horas los contenedores y papeleras sean un foco de olores, insectos, roedores o aves.

"Estaremos muy vigilantes, porque una huelga así en plena temporada turística y con las fiestas de Porto Cristo iniciadas, daña la imagen de todo el municipio. Sé que no tenemos demasiado margen de decisión en este sentido, pero sí que vamos a exigir los servicios mínimos", recalca Rosselló. En un principio los trabajadores de Lumsa propusieron que éstos se centraran únicamente en la recogida diaria de la basura que pudiera generar tanto el ambulatorio como el hospital comarcal. Opción que el Ayuntamiento rechaza de plano.

Los servicios mínimos acordados por la concesionaria, la conselleria de Trabajo y la corporación municipal, además de la mencionada recogida diaria en centros sanitarios, añaden la de los residuos urbanos de rechazo del centro, en los mercados municipales, la costa y los hoteles de forma diaria, y la recogida en días alternos (cada dos) de los demás puntos de los distintos núcleos urbanos. La demora en la recogida selectiva se duplicará, mientras que la de voluminosos y la de cartón se llevarán a cabo cada tres y siete días respectivamente. La del punto verde también tendrá una periodicidad de tres días. "Todo ello procurando que se cumpla el mínimo obligatoria del 33% del servicios en estos casos".

Lumsa empezó la gestión del servicio por última vez el pasado 8 de abril de 2014 por un periodo de cuatro años, prorrogables a dos más, con un coste para el ayuntamiento de Manacor de poco más de nueve millones de euros; una cifra esta que rozó la baja temeraria y que ahora queda en entredicho por el propio alcalde Rosselló: "Fue un precio mucho más bajo que el de licitación inicial, pero esta es la herencia que me he encontrado y hay que asumirla... por el momento".

De hecho Rosselló tampoco está nada de acuerdo con el servicio desplegado por la empresa desde entonces, cosa que hizo que hace unos meses se le abriera a Lumsa un expediente de penalización por diversos incumplimientos, sobre todo relacionados con las frecuencias de paso. El Ayuntamiento llegó a lanzar una encuesta, respaldada por un informe técnico, en la que Lumsa no salía precisamente bien parada.

Reunión y ¿Municipalización?

"Ejerceremos una presión contundente, porque a nivel de calle las cosas no funcionan", incide el alcalde del Partido Popular, que precisamente durante esta mañana tiene prevista una nueva reunión con Lumsa para tratar de forzar un acuerdo con sus trabajadores, que piden un aumento salarial mínimo del 4,5% durante 2016. "Aparte de la huelga, si los incumplimientos persisten, no descarto incluso la resolución del contrato por incumplimiento culposo, pero sería en último extremo". Rosselló, a su vez, deja la puerta abierta a una futura municipalización del servicio a través de la Societat Anònima Municipal (SAM).