La presidenta Francina Armengol trazó ayer el mapa de futuro de la Serra de Tramuntana, que, según remarcó, debe incluir la apuesta por el "turismo cultural, deportivo y gastronómico", pero también la defensa de la sostenibilidad, la protección del territorio y la concienciación social sobre la "importancia de tener este paisaje". Armengol pronunció estas palabras durante el acto institucional celebrado en la possessió de Raixa (Bunyola), con motivo del quinto aniversario de la declaración de la Serra como Patrimonio Mundial de la Unesco. El evento reunió a buena parte de la clase política de la Comunidad, así como a una amplia representación de la sociedad civil.

La conmemoración incluyó la difusión de un documental sobre la Tramuntana y una actuación musical a cargo de Maria del Mar Bonet. En su discurso, Armengol se refirió a los inicios del proyecto, en tiempos del anterior pacto progresista en la Comunidad. "El objetivo de la declaración de la Unesco no era tanto de promoción turística, sino que era más ambicioso. Perseguía, sobre todo, fomentar el desarrollo económica de la zona, proteger y potenciar su patrimonio naturla y cultural, y favorecer la divulgación de sus valores", sostuvo la presidenta del Govern.

En el acto institucional, intervino también el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, quien hizo un balance "satisfactorio" de este lustro. Tras destacar el trabajo realizado en forma de nuevos centros de interpretación, mejora de accesos y mantenimiento de prácticas tradicionales, anunció algunas medidas de futuro.

Entre ellas, citó un plan de participación ciudadana "específico para la Serra", así como una "marca propia para los productos agrícolas fruto de este paisaje patrimonio de la humanidad". "No queremos una Serra estática, como el escenario de una postal, sino que la queremos viva y fiel a sí misma", señaló.