Parece mentira que a estas alturas todavía tengamos que lamentar la irrupción de maquinaria pesada en espacios relativamente bien conservados para preparar el terreno de una nueva promoción urbanística, arrasando todo lo que encuentran a su paso. Pero es así. El 'progreso' no se para.
La polémica urbanización de Son Mas, en Alaró, ya está en marcha. Después de años y polémicas en las que se han visto involucrados alcaldes y concejales de todos los colores políticos, las excavadoras han comenzado a regular el terreno en el que está prevista la construcción de 28 viviendas unifamiliares. El cambio más notable ya perceptible es la desaparición de un antiquísimo muro de piedra que delimitaba la calle Solleric, la de entrada al pueblo desde la carretera de Orient.
Un cambio que no gusta a todos los vecinos, que han colocado pancartas con el lema: 'Son Mas, patrimoni de la humanitat'. Las obras y el trasiego de camiones de gran tonelaje están causando problemas a los vehículos que circulan en dirección a Orient o al Castell d'Alaró, que en algunos casos se ven obligados a efectuar grandes rodeos por caminos estrechos y empinados, además de mal señalizados.
