Las altas temperaturas de los últimos días han provocado un cambio en el color del agua del mar en la bahía del Port de Sóller que han tomado una tonalidad amarillenta, lo que ha alarmado a los bañistas. Este fenómeno se produce en verano por la proliferación de unas algas que, a pesar del color que dan al agua, no generan contaminación. En el verano pasado, ya se produjo un fenómeno similar.