El tan reivindicado suministro de agua potable hasta s'Estanyol, Son Reinés y Son Bieló está, ahora sí, más cerca. La pasada semana al fin dieron inicio las obras y tanto el alcalde, Jaume Tomàs (Més), como el concejal de Llemsa, Brigada y Cementerio, Bernadí Vives (El Pi), comprobaron in situ la ejecución de zanjas para colocar la demandada tubería que debe transportar el flujo líquido apto para el consumo humano.

Cabe recordar que hasta 16 empresas y uniones temporales de empresas (UTE) presentaron sus ofertas para conseguir la adjudicación del ambicioso proyecto. Finalmente ganó ACSA, Obras e Infraestructuras, S. A. El precio de licitación era de 1.677.000, si bien finalmente se ofreció una rebaja importante: 1.109.000. Exactamente, el plazo de ejecución de las obras es de ocho meses.

Tomàs y Vives, consultados ayer por este periódico, anunciaron que entre finales de este mes de julio y comienzos de agosto "las zanjas estarán ya ejecutadas y la tubería, colocada". Calcularon que entre enero y febrero de 2017 la llegada de agua potable a las casas de s'Estanyol, Son Reinés y Son Bieló "será una realidad".

Concretamente, las obras se iniciaron la pasada semana en la finca de Son Avall. En la de Garonda está el pozo y se prevé la habilitación del correspondiente depósito regulador.

El caso se asemeja al de Portocolom (municipio de Felanitx), donde el nuevo equipo de gobierno Bloc-El Pi-PSOE se encontró con una tramitación compleja y paralizada, pero desde hace poco ya se suministra agua apta para el consumo humano en el núcleo costero. En Llucmajor también el nuevo pacto integrado por Més, El Pi y PSOE 'desbloqueó' la situación, aceleró los pasos y obtuvo los pertinentes permisos.

El alcalde ecosoberanista detalla que hasta 14 organismos diferentes han intervenido. Mención aparte en Llucmajor por el caso judicial entre la propiedad de Garonda: el matrimonio Ferrando-Bennàsar ha abierto las puertas tras el acuerdo con los representantes municipales, pero registralmente los terrenos siguen siendo todavía del famoso Luisito. En cualquier caso, en Llucmajor al fin se aproxima la solución al problema.