El barrio de es Garrigó recuperó ayer el suministro eléctrico público tras 22 meses a oscuras, desde que falleció el joven David Grimaldos, electrocutado en una farola del paseo Antoni Estarellas en agosto de 2014. En ese momento se detectaron numerosas deficiencias en la instalación eléctrica y se ordenó su precinto.

Técnicos de la dirección general de Industria y de Endesa procedieron ayer a revisar y conectar la instalación, que había sido totalmente renovada en febrero, cuando el Ayuntamiento instaló nuevas farolas tras constatar el mal estado de las antiguas.

El pasado mes de mayo ya se renovó la instalación eléctrica del cementerio, que también había sido clausurada tras la electrocución del joven. Solo queda cerrada la línea eléctrica del paseo Antoni Estarellas.