El Ayuntamiento de Inca multará, a partir de ahora, a las personas que devuelvan material prestado en mal estado. Desde hace años el consistorio suele prestar las sillas, mesas, bancos de madera e incluso carpas de las que dispone para que asociaciones y particulares las usen. Sin embargo, nunca ha existido una ordenanza que lo regule. Ayer se aprobó una en la comisión de Hacienda que se elevará a la aprobación definitiva del pleno del próximo día 30.

El área de Participación Ciudadana que regenta Antoni Peña ha redactado este documento porque "desaparecía mucho material o se estropeaba, muchas veces por un mal uso del mismo", explica el edil.

Hace unos días que se han adquirido 500 nuevas sillas debido a la desaparición constante de las mismas. Para llevar a cabo ferias se adquirieron hace unos meses unos cenadores de jardín que según Peña, "han desaparecido en muy poco tiempo".

Tras estas malas experiencias, ahora, quienes deseen utilizar material municipal deberán atenerse a lo dispuesto en la ordenanza. Por ejemplo se deberá solicitar con 15 días de antelación. Se deberá recoger el material y devolverlo y una vez revisado por el personal municipal se notificará al interesado si concurre alguna sanción por posibles desperfectos. Una silla rota costará 10 euros; 60, una mesa y 150 euros, una carpa. El impago de las multas implicará un proceso administrativo que puede incrementar la sanción hasta 1.000 euros.

Peña explica que "en ningún caso se prestará material municipal a entidades o personas que lo destinen a fines lucrativos".

'Sopar a la fresca'

Por otra parte, el concejal ha decidido que este año no se prestarán sillas y mesas para la celebración del tradicional 'sopar a la fresca', que tendrá lugar el día 22 de julio, durante las fiestas patronales. Explica que "había tantas solicitudes que no llegábamos a poder atender ni un 10% de la demanda. Ante esta situación es mejor no dejar ninguna y que sean los propios vecinos quienes se provean de sus meses y sillas".

Sí se seguirá entregando vino y ensaimadas como obsequio. Virgilio Moreno, alcalde de Inca, puntualiza que "además se detectó el año pasado que existía picaresca pues había gente que solicitaba mesas y sillas para obtener las ensaimadas y el vino gratis. Después pasábamos por el lugar a la hora de la cena y nos encontrábamos allí mesas y sillas apiladas sin que nadie las usara".