Desde hace años, el de Muro se ha caracterizado por ser uno de los pocos ayuntamientos saneados de Mallorca. Según datos facilitados por la institución, la deuda municipal durante los años 2013 y 2014 era nula, y en el pasado ejercicio solo era de 85 euros. El equipo de gobierno, formado por CDM, El Pi y PP, con Martí Fornés como alcalde, presumía de haber conseguido eliminar la deuda municipal y tener superávit, pero ahora se han topado con trabas administrativas que no les permiten acceder a los remanentes de tesorería, lo que les obliga a tener congelados 3,086 millones de euros, de los que solo podrán hacer uso del 1,8 por ciento, tal como indica la ley.

El alcalde Martí Fornés se muestra muy descontento con la ley presupuestaria al considerar que "castiga a los ayuntamientos que han hecho bien los deberes para eliminar la deuda municipal".

De hecho, todo esto ha provocado que las inversiones previstas por el equipo de gobierno hayan quedado en suspenso mientras se busca alguna solución. Así, el nuevo Archivo Municipal se quedará sin iniciar la segunda fase, y las obras de mejora de la red de saneamiento de agua potable de la calle Santa Ana quedarán pendientes, igual que otros proyectos anunciados como la escuela infantil de 0 a 3 años, la pista de atletismo o el parque infantil en el centro del pueblo.

Según informan desde el departamento de Intervención, la ley orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera ha afectado negativamente a los ayuntamientos que han contenido su gasto, ya que la Regla de Gasto se basa en un límite calculado sobre el gasto del año anterior. Es decir, que para este ejercicio, el incremento permitido es tan solo del 1,8%, que ha sido invertido en la renovación del alumbrado público, la supresión de barreras arquitectónicas y pavimentación de caminos.

Además, tal y como informa el interventor municipal, "los ayuntamientos con remanente de tesorería importantes se encuentran con una doble limitación. Por un lado, por la manera de calcular la estabilidad presupuestaria, ya que el remanente no se puede sumar en el cálculo, lo que provoca que todo el gasto financiado con este remanente dé como resultado un cálculo negativo. Y por otro lado, el aumento del gasto financiado sobre el límite de 1,8% incumple la Regla del Gasto. Se trata de una situación que provoca que este remanente, aunque sea dinero de las cuentas municipales, tenga muy limitada su utilización, ya que queda bloqueado", afirman.

Críticas de la oposición

Por su parte, algunos representantes de la oposición municipal como Jaume Payeras, de Més, y Marga Portells, del PSOE, afirman que este problema "es consecuencia de la dejadez y las pocas ganas de trabajar del equipo de gobierno, que cada año presenta unos presupuestos irreales siempre supeditados al remanente de tesorería y a lo largo del año van cambiando a través de trasferencia de crédito de unas partidas a otras".

Por su parte, Rafel Gelabert, de UIM, apunta que "hace años que llevamos aconsejando al equipo de gobierno que realice unos presupuestos más realistas, por los posibles problemas que pudieran surgir a la hora de realizar inversiones. Ahora no les quedará más remedio que seguir con las pautas que les marca el nuevo técnico de intervención".