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Calvià

Calvià se plantea restringir el consumo si la sequía es extrema

Presentan un avance del plan de emergencia, que incluye diferentes medidas

El campo de Calvià sufre, al igual que el del resto de Mallorca, los efectos de la sequía. iñaki moure

Calvià, como han hecho en los últimos meses multitud de municipios de la isla, se pone en guardia ante la escasez de lluvias. El Ayuntamiento trabaja en la elaboración de un plan de emergencia por la sequía, tal y como obliga el Plan Hidrológico Nacional para los municipios de más de 20.000 habitantes. En el primer documento, aún no definitivo, se barajan todas las hipótesis, incluida la de una situación extrema de falta de precipitaciones. En este caso, en el que no está Calvià, se llega a plantear la posibilidad de implantar "racionamientos severos" del consumo.

La empresa municipal Calvià 2000 ya ha redactado el avance del plan de emergencia, que servirá como base para el documento final. Ese primer estudio, que se ha presentado a representantes de los diferentes grupos políticos municipales, realiza una radiografía de la situación de las redes de abastecimiento y de los recursos hídricos disponibles.

Una de las conclusiones preliminares a las que se llega es que Calvià presenta una "escasa autonomía de recursos hídricos" o, lo que es lo mismo, el municipio depende del abastecimiento externo. Sobre todo, depende en su gran mayoría de la red de distribución gestionada por la Agència Balear de l'Aigua i Qualitat Ambiental (Abaqua), un organismo del Govern.

En la actualidad, el suministro de agua está enteramente en manos privadas, tras el proceso privatizador de Calvià 2000 en época del PP. El mercado se lo reparten, por zonas, Hidrobal, Aterca y Aguas de Paguera.

El grueso del avance del plan de emergencia lo ocupan las medidas propuestas para cada posible escenario de sequía, empezando por una 'fase cero de alerta'.

En esta fase, sólo se incluyen iniciativas de tipo estratégico, como la constitución de un comité para la gestión de la sequía, el diseño de campañas informativas para concienciar sobre el ahorro de agua y la realización de auditorías para optimizar los servicios de suministro de agua, entre otras propuestas.

Para una eventual entrada en la 'fase uno de emergencia', el avance del plan sube un peldaño en el alcance de las medidas. En este sentido, el documento contempla la posibilidad de "medidas coercitivas moderadas", en el uso de agua para regar zonas verdes o en el consumo de edificios públicos, además de limitar determinadas franjas horarias de usos privados. En un posible escenario de 'fase dos' -una situación de emergencia- las restricciones podrían aumentar otro grado para afrontar una situación ya extrema de falta de lluvias. Se plantean hipotéticas "bajadas de presión por franjas horarias, cortes nocturnos de suministro y limitaciones de limpiezas viarias y de consumos de centros deportivos".

Grandes consumidores

La última de la hipótesis que se plantea Calvià 2000 es una "emergencia crítica", la 'fase tres' por utilizar su terminología. En este caso, y siempre analizando las particularidades sociales y económicas de cada zona, podrían llegar a aplicarse "racionamientos del consumo" a usuarios, a grandes consumidores y a equipamientos municipales.

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