Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tributo

Homenaje a pioneros del turismo

Hoteleros y Consorcio Turístico de Cala Millor rinden tributo al matrimonio Nebot-Bauzá de Marins Hotels

La familia Nebot-Bauzá fue objeto ayer de un emotivo reconocimiento celebrado en el Hotel Marins Playa Suites . Biel Capó

La Asociación Hotelera y el Consorcio Turístico de Cala Millor homenajearon ayer a Miguel Nebot Vives y Catalina Bauzá Vives, un matrimonio que ha dedicado su vida al turismo de la zona.

El acto se celebró después de una junta general de los hoteleros, en la que estuvo presente la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Inmaculada Benito.

El homenajeado, Miguel Nebot, recibió de manos de la presidenta del Consorcio Turístico de Cala Millor y alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya, una placa conmemorativa, mientras que el presidente del Grupo Hipotels, Juan Llull, entregaba un ramo de flores a Catalina Bauzá.

El menor de su hijos, Gabriel Nebot Bauzá, actual presidente de la Asociación Hotelera de Cala Millor, ejerció como maestro de ceremonias del acto, celebrado en el Hotel Marins Playa Suites, uno de los hoteles de la familia.

Miguel Nebot, a finales de la década de los 50, dejó su trabajo en los servicios de infraestructura de aviación en Palma, según recuerda "era el momento que mejor vivía y con un buen sueldo", para venir a vivir a Cala Bona con su esposa Catalina, con quien acababa de casarse. Él tomo las riendas de la Fonda de Cala Bona, propiedad de los padres de Catalina, que la regentaban desde 1924, hoy Hotel Cala Bona. Cuando en la zona había únicamente el pionero Hotel Eureka y el Hotel Sabina.

No había cemento

Miguel y Catalina iniciaron así la ampliación de la fonda que solo disponía de unas pocas habitaciones con un baño comunitario. Según rememora el homenajeado, hacer aquella ampliación fue muy difícil, ya que no había cemento en la isla para la construcción. Él, con su coche, hacía viajes a una fábrica de baldosas de Petra, donde le vendían sacos a 100 pesetas, provenientes del cupo que tenía la fabrica.

También recuerda con humor el servicio que prestaban a los turistas cuando llegaban de la playa para quitarse la arena: "El abuelo subía con una regadera sobre la cisterna o una silla, dejando caer el agua sobre ellos".

Imagen histórica de la antigua Fonda Cala Bona, actualmente Hotel Cala Bona.

Poco a poco el establecimiento se agrandó con más habitaciones y servicios y ello evitó que cuando llegaba el autocar semanal hubiera overbooking.

La promoción turística de aquellos tiempos era difícil, él acudía a las agencias de viaje de Palma, donde tenía que enseñarles sobre plano no solo dónde se ubicaba su hotel, sino también dónde estaba Cala Bona. Al ver la situación lejana de la capital, algunos desistían de mandar clientes.

El camino para llegar al establecimiento era una odisea, pero con su tenacidad consiguió poner los cimientos del grupo hotelero Marins Hotels que hoy se extiende en los dominios del Consorcio Turístico de Cala Millor.

Compartir el artículo

stats