El alcalde de Artà, Tolo Gili (El Pi) planteó ayer en un encuentro sobre gestión medioambiental sostenible celebrado en el Gran Hotel de Palma, la posibilidad "de que en un futuro el municipio pudiera vender compost como Ayuntamiento y con marca propia", a partir de la materia orgánica que se genera en la zona. "Al final pienso que el objetivo debe ser tratar el orgánico en casa, mediante por ejemplo, un convenio con los payeses que tuvieran la ubicación y los metros adecuados para poder llevar a cabo un proceso, que al final sería de años. Es algo que merece la pena al menos plantearse".

Asimismo Gili centró su intervención en explicar la puesta en funcionamiento y la utilidad de la nueva tarjeta ciudadana, que permite llevar un control más exhaustivo sobre los residuos que los vecinos transportan hasta el punto verde de Artà. "Aunque la tarjeta en sí no es el fin, sino la consecuencia de una forma de entender la gestión de los residuos".

De esta forma, todo aquel vecino que desea hacer uso del punto verde, es informado de la necesidad de la tarjeta, fácil de tramitar y conseguir de manera gratuita, en la que quedará marcado qué ha llevado cada usuario, cuántas veces ha utilizado el punto, para interpretar si excede en el número de residuos, si acude constantemente o si de éstos patrones se puede investigar si está realizando obras en su domicilio, por ejemplo.

Del mismo modo, Gili hizo hincapié en la posibilidad que tiene cada artanenc desde 2014 de ahorrarse hasta un 60% en sus facturas municipales en residuos. "Es tan sencillo como autorizar al consistorio para que los técnicos puedan hacer inspecciones domiciliarias, para comprobar que se está tratando y reciclando todo como es debido".