Pollença, tierra de tradiciones únicas y singulares, disfrutó ayer un año más con la procesión y los bailes de las 'Àguiles' y Sant Joan Pelós, protagonistas absolutos de la celebración religiosa del Corpus Christi en el municipio del Nord.

Las dos figuras femeninas, protagonizadas este año por las jóvenes Catalina Crespí y Núria Vallori, de 25 años, y el personaje de Sant Joan Pelós, interpretado por Toni Carbonell, de 17 años, recorrieron las calles más céntricas de la localidad después de la celebración del Oficio en la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels, donde antes de salir en procesión interpretaron el tradicional baile de las Taules, cuyas dos versiones son conocidas con los nombres de 'les bones' y 'les millors'.

Las calles se llenaron de curiosos que no querían perderse la marcha de las tres figuras, que se mueven al ritmo de una curiosa danza de reminiscencias medievales. Las dos 'Aguiles' avanzan al mismo compás y de forma coordinada, mientras Sant Joan Pelós, totalmente descalzo y portando un corderito vivo, tiene su propia forma de expresarse.

Según explicaron fuentes de la organización, en la edición de este año las 'Àguiles' estrenaban las capas donde se cosen las joyas que presta la sociedad local para que sean lucidas en la procesión del Corpus. Se calcula que cada una de las jóvenes lleva un peso de unos cinco kilos en joyas. Las dos chicas que interpretan a las 'Àguiles' empiezan a vestirse sobre las tres de la tarde, ya que tardan unas tres horas en completar toda la vestimenta. Cabe recordar que las 'Àguiles' que los 'pollencins' pudieron contemplar ayer son dos réplicas de las figuras originales que fueron elaboradas hace tres años en un taller de Llucmajor. El traje de Sant Joan Pelós también era totalmente nuevo este año.

Una vez finalizada la procesión, los protagonistas regresan a la iglesia para después visitar la residencia de la tercera edad, el Ayuntamiento y el claustro, donde finalizó la fiesta pasadas las doce de la noche. Este año, además, la comitiva religiosa hizo una parada en la casa del nuevo rector, que lo había solicitado expresamente. Antes del baile de las 'Àguiles' en el Ayuntamiento se guardó un minuto de silencio por el crimen cometido en el Moll.