La existencia de una investigación judicial sobre una presunta trama de corrupción en la Policía Local de Calvià paralela a las pesquisas sobre la de Palma salió a la luz pública el uno de septiembre de 2014. Ese día, la titular del juzgado de instrucción número 12 de Palma ordenó el ingreso en prisión del entonces jefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro, además del jefe de la unidad canina y de otro agente, todos ellos actualmente en libertad con cargos. Posteriormente, el caso salpicó al jefe policial de Marratxí, Antonio Ledesma, quien había estado de oficial en el municipio de Ponent.

En la raíz de esas detenciones, figuraban denuncias de algunos empresarios de la noche de Magaluf sobre supuestas extorsiones y tratos de favor a determinados locales. Y todo ello, en un clima empresarial y político especialmente enrarecido y tenso, como consecuencia del escándalo turístico que se generó en julio de aquel año por la difusión planetaria de un vídeo de una felación colectiva durante una excursión alcohólica en un bar de Magaluf.

Cambio de gobierno

Tras las elecciones municipales de mayo de 2015, el nuevo equipo de gobierno de izquierdas se marcó como objetivo reestructurar la Policía Local, después de un año que, como reconoció en su día el propio teniente de alcalde de Seguridad, Andreu Serra, había sido "complicado".

Mientras se resolvía la investigación desarrollada en el juzgado de instrucción número 12 de Palma, el Ayuntamiento empezó la transformación con el nombramiento de un nuevo jefe del cuerpo policial, Justino Trenas, un licenciado en Derecho por la UNED y especialista universitario en Derecho Penal y Ciencias Penales.

En el último pleno municipal, además, la corporación ratificó la nueva estructura policial, con la creación de nuevas unidades y divisiones de tráfico, violencia de género y actividades, por ejemplo. El equipo de gobierno aboga también por potenciar la unidad de Policía Comunitaria, como objetivo estratégico.