Representantes de la Asociación Defensa de Cap Blanc-Punta Regana se reunieron ayer con el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de las Illes Balears, Antoni Alorda, quien reconoció una acumulación de proyectos de megaparques solares en la zona del Cap Blanc-Marina de Llucmajor. En consecuencia, se tendrá que valorar dicha incidencia acumulativa de instalaciones fotovoltaicas.

Al polémico proyecto de 50 hectáreas impulsado por la empresa Llucmajor Photovoltaic SL se suma otro, tal y como publicó la pasada semana Diario de Mallorca, de unas 25 hectáreas que ya dispone del visto bueno de la Comisión de Medio Ambiente (a finales de 2014) y que se sitúa a solo unos 200 metros del primero, concretamente en la finca de sa Caseta.

La asociación contraria a los megaparques advirtió de que en caso de ejecutarse, "constituirían el mayor parque fotovoltaico de España, con un enorme impacto territorial y medioambiental sobre un territorio virgen limítrofe a una Zona de Especial Protección para las Aves [ZEPA]".

Asimismo, los vecinos movilizados destacaron del encuentro mantenido con Alorda que éste les admitió que en las islas se tendrán que ocupar suelos rústicos, al no ser suficientes canteras, polígonos industriales y zonas degradadas. A su vez, les confirmó que existe el objetivo claro de aumentar las energías renovables un 20% hasta el año 2020, tal como indica la directiva europea. No obstante, la norma comunitaria plantea este objetivo a nivel del conjunto del Estado, y no por autonomías.

Sobre el plan de Llucmajor Photovoltaic (ocupación equivalente a 70 campos de fútbol), la plataforma en defensa de Cap Blanc ha entregado más de 150 alegaciones "para impedir su puesta en marcha".