El ayuntamiento de Llucmajor mantuvo ayer una reunión con los hoteleros para presentarles la nueva Ordenanza cívica. Si hace unos meses el consistorio ya se entrevistó con los profesionales de los rent a car, y éstos ya pidieron que se ponga orden urgentemente y haya más vigilancia y sentido común, ayer fueron los hoteleros quienes, en la misma línea, reclamaron "firmeza" y, en este caso, se aplique como es debido la Ordenanza cívica, se informe y se impongan las sanciones necesarias. Por parte del ayuntamiento asistieron el concejal de Seguridad Ciudadana, Gori Estarellas, la concejala de Turismo, Lucía Escribano y el delegado de s'Arenal, Miquel Àngel Serra. Asistieron una quincena de representantes del sector hotelero de la zona.
Estarellas, consultado por este periódico, señaló que la intención del Ayuntamiento es la de aprobar la ordenanza en el pleno de este mes, es decir, día 25. Se ha buscado el máximo consenso y próximamente se distribuirán folletos en tres idiomas (español, inglés y alemán) con los que se dará la bienvenida a los visitantes y también se informará de la nueva ordenanza.
Estarellas explica que "no queremos ser represivos y dichos folletos tendrán un tono divulgativo, incluyendo teléfonos de interés del municipio y recomendaciones como no hacer ruido a partir de medianoche, no consumir alcohol en espacio público o no llevar objetos de vidrio a las playas".
El Ayuntamiento ha recogido en los últimos meses recomendaciones y desea que la ordenanza se apruebe por unanimidad (pacto Més-El Pi-PSOE y oposición PP, ASI y Sí se puede), contando además si es posible con el visto bueno de las asociaciones vecinales, hoteleros, comerciantes, etc.
Resalta que la práctica totalidad de los agentes (instituciones, colectivos, entidades, etc) coinciden en subrayar que lo que se persigue es "poner orden" y garantizar la mejor calidad de vida posible y "un turismo de calidad". Como ya informó este diario hace meses, la ordenanza quiere asegurar que s'Arenal no se convierta en una especie de Punta Ballena.
De hecho, esta misma temporada habrá un dispositivo reforzado de seguridad a partir del 1 de junio. En torno a dicha fecha hay cada año toda una serie de fiestas de viajes de estudios (muchos de los jóvenes procedentes de la península). Una mayor presencia policial vigilará para evitar botellón, exceso de ruido y peleas.
Los hoteleros expresan su preocupación de cara a la temporada alta sobre todo por las concentraciones etílicas y ruidos. También advierten de colonias de gatos y quejas por excrementos.
Las sanciones que contempla el borrador de la ordenanza (cualquiera puede consultarlo en el Facebook del Ajuntament): leves (como orinar en espacio público) o no recoger excrementos de perro, de 50 a 200 euros; graves (concentraciones etílicas, reiteración de faltas por no recoger los excrementos de perro, etc), de 200 a 400, y muy graves (como el balconing), de 400 a 600.
