El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, reclama al Govern balear que "acabe con la deplorable imagen de turistas, cargando con maletas, que tienen que recorrer más de un kilómetro a pie para tomar el autobús de Alcúdia, Platja de Muro o Can Picafort teniendo una estación de autobuses justo al lado de la del tren".

Vecinos, comerciantes y miembros del equipo de gobierno municipal de Inca se reunieron ayer ante la estación de autobuses para exigir al Govern que todas las líneas de autobuses que paran en el municipio, lo hagan en la estación habilitada por el transporte regular.

Las principales quejas se refieren a los servicios de Port de Pollença - Palma; Platja de Muro-Alcúdia y Palma y Can Picafort-Palma.

"Hace tres años que desde Transports de les Illes Balears (TIB) se decidió que los transportes desde la zona norte pararan primero en la avenida de los Reyes Católicos y luego en la avenida Jaume I y este hecho, con el tiempo, ha resultado perjudicial para los comerciantes de la zona de la estación y para los usuarios", subrayó Moreno.

Las entidades y la institución local esperan que, después de esta acción, la Conselleria convoque un encuentro para solucionar las carencias denunciadas.

Por parte de los comerciantes de la zona de la estación, Joan Palou, representando al colectivo, indicó que las empresas han visto cómo ha habido una mengua de negocio debido al descenso de viajeros, sobre todo de los turistas durante la temporada alta. También se ha subrayado "la mala imagen y el inconveniente que supone llegar con equipaje con el tren y tenerse que desplazar casi un kilómetro para ir hasta la parada de las líneas de las bahías de Alcúdia y Pollença".

En cuanto a los vecinos, hay dos colectivos que se ha visto muy afectados por esta situación de tener una parada en el extrarradio. Por un lado están los que tienen movilidad reducida y, por otro, los trabajadores de la planta hotelera de las playas norteñas. Estos últimos por la falta de frecuencias en horarios adecuados. No hay autocares disponibles antes de las siete de la mañana y muchas camareras de hotel tienen que usar transportes particulares compartidos por falta de un transporte público eficaz.

"La distancia entre la estación y la parada no es el único inconveniente; la parada tiene una mínima protección en la que tan sólo caben cuatro personas", comentó Moreno.

Recordó que por parte del Ayuntamiento la terminal fue concebida como un centro neurálgico de transporte público en Inca y ahora no lo es. Este hecho, según el equipo de gobierno, resta competitividad a la ciudad.