"Mucho ruido y pocas nueces". Con esa frase, sintetizaba ayer un veterano empresario la reunión de ayer en Calvià vila, con el sector del ocio. Hablaba de expectativas frustradas. Sin embargo, ruido hubo, todo hay que decirlo. El clímax del encuentro lo protagonizaron el presidente de la Asociación de Locales de Ocio de Calvià (ALOC), Javier Pedreira, y el director general del Grupo Cursach, Tolo Sbert. Pedreira se sulfuró, después de que Sbert le sacara a colación su relación como encargado con el bar donde se grabó el célebre vídeo del 'mamading'. La discusión subió de tono y hubo alguna palabra malsonante, hasta que el teniente de alcalde de Turismo, Antonio García Moles (PSOE), llamó al orden a Pedreira y éste optó finalmente por abandonar la sala.
En el trasfondo de este desencuentro, se halla la tensión ancestral que mantienen los bares de Punta Ballena con las principales discotecas de Magaluf, por captar el mercado joven de ocio. De este clima de tensión se hizo eco esta semana este diario, a propósito de la 'lucha' entre ambas partes por no ceder ni un palmo de presencia promocional en esta zona. Una información que, por cierto, no ha gustado nada en el Ayuntamiento, que considera que fue "inapropiada e inoportuna". De hecho, durante la reunión, se transmitió a los empresarios el consejo de que no colaborasen en divulgar mensajes negativos sobre el turismo en el municipio.
Dejando de lado el 'ruido' y pasando a las 'nueces' -el contenido efectivo-, para uno de los asistentes la principal novedad comunicada en la reunión tiene que ver con la moda para este verano: el chaleco que llevarán los 'tiqueteros' para identificarse como tales será de color fucsia y rosa.
