Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un Quijote adaptado al guaraní

El sacerdote ´porrerenc´ Bartomeu Melià está terminando de perfilar una adaptación en el idioma indígena del Paraguay de la famosa narración de Miguel de Cervantes

Bartomeu Melià (Porreres, 1932).

Estudioso y defensor de la lengua y cultura de los indígenas de Paraguay, el sacerdote mallorquín Bartomeu Melià (Porreres, 1932) está acabando de perfilar una peculiar adaptación del Quijote al guaraní, una versión libre que intenta conectar con las tradiciones locales para hacer del personaje de Miguel de Cervantes un personaje más próximo.

Destinado como jesuita a Asunción en 1954, pocos meses después de la llegada al poder del dictador Alfredo Stroessner, niega ser antropólogo ni lingüista, pero su curiosidad le ha llevado a compaginar a lo largo de su vida encierros en bibliotecas con estancias en plena selva.

Al llegar al país comenzó a estudiar la lengua guaraní, un idioma que acabó volviéndose el eje de sus estudios, "aunque muchos curas decían entonces que la lengua no duraría más de 20 años", recuerda. Melià estaba especialmente interesado en cómo los religiosos jesuitas, responsables de la evangelización de grupos indígenas en los siglos XVII y XVIII en las llamadas reducciones de Paraguay, Argentina, Brasil o Bolivia, habían empleado y transformado la lengua guaraní para comunicarse con los nativos.

Los guaraníes de entonces escribían en su lengua desde diálogos cotidianos a crónicas de guerra, y también traducían obras religiosas europeas, que ilustraban con grabados en los que los lobos se convertían en jaguares.

El interés de Melià por la cultura guaraní fue más allá de los textos, y en 1969 le llevó a contactar con los nativos de las cuatro grandes etnias guaraníes presentes en la región oriental de Paraguay: los mbyá, los avá guaraní, los paî tavyterâ y los aché. Este último pueblo, que ocupaba tierras fértiles y atractivas para el negocio agrícola, fue víctima de una campaña de genocidio acompañada de expulsiones, cacerías y secuestros de niños, y respaldada por el gobierno de Stroessner.

Melià denunció la agonía de los aché en un libro que, aunque no fue censurado, le valió la enemistad del régimen dictatorial, que le llegó a expulsar del país en 1976.

Vestido de ´ao poi´

Su última cruzada le ha llevado de vuelta a los escritorios, con la adaptación al guaraní de una versión didáctica del Quijote, en la que el ingenioso hidalgo viste camisas de ao poi, un tejido típico de Paraguay, y en lugar de pueblos manchegos, recorre emblemáticos lugares de Asunción como el Palacio de Gobierno o la Casa de la Independencia.

El texto, del que se encuentra ultimando las correcciones, "no es sólo una traducción, un cambio de casa, sino una adaptación, un cambio de ambiente", y busca recrear el modo de pensar y vivir de los indígenas, a quienes tanto admira.

Compartir el artículo

stats