Enmarcado en los actos del 700 aniversario de la muerte del beato Ramon Llull, el emblemático Santuari de Cura (Algaida) fue ayer escenario de una eucaristía presidida por el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona. Contó con la asistencia del obispo de Mallorca, Javier Salinas, y una veintena de sacerdotes. Tras la eucaristía, cantada por el Orfeó Castellitx, se procedió, en el exterior de la iglesia, a la tradicional bendición de los campos y los frutos.

La lluvia alteró sustancialmente el programa ya que la previa consistente en una oración en la iglesia de la Immaculada y el Beat Ramon Llull de Randa, así como una subida-peregrinación popular a pie hasta la cima fueron anuladas (a excepción de unas pocas personas, se recurrió a los coches). Entre las autoridades asistentes, estaba la alcaldesa socialista, Maria Antònia Mulet.

Asimismo, en otra localidad de la comarca del Pla, Porreres, la lluvia deslució la ancestral celebración de la Santa Creu. Acudieron un centenar de fieles.

La fiesta dedicada a la Santa Creu se celebra en torno al 3 de mayo. Se trata de un conjunto de celebraciones que, más allá de la conmemoración cristiana de la inventio (encuentro de la Veracruz por parte de Santa Helena de Constantinopla), marcan el inicio del buen tiempo y plenitud de producción de las tierras.

En Porreres, esta fecha se celebra en el Oratori de la Santa Creu, situado al lado del cementerio y del camino viejo que enlaza con Montuïri. Durante el acto se bendicen los puntos cardinales, los vientos y las tierras para poder conseguir una buena añada agrícola. Esta fiesta se remonta al siglo XVIII cuando la bendición se realizaba desde el Santuari de Monti-sion, pero desde 1804 y hasta nuestros días se celebra en dicho oratorio ya que en dicho año ya se había construido un templo en el cual se acogía y acoge la Creu d'en Nét que durante aquella época había cobrado mucha fama en el resto de Mallorca por sus curaciones milagrosas. Los mayores recuerdan cuando había torroneres y era una de las primeras ocasiones en que se podían consumir polos de hielo antes del verano.