El ayuntamiento de Binissalem asegura que el plan de acción contra el botellón que pretende llevar a cabo el próximo domingo supondrá un "primer avance" de las iniciativas que en septiembre quiere impulsar para luchar contra los excesos etílicos de la próxima edición de la Festa des Vermar, en la que la presencia de jóvenes "se multiplica por quince" con respecto a la festividad del primero de mayo. "Será un primer aviso para que la gente sepa que no se puede venir a Binissalem a practicar el botellón", apuntó el teniente de alcalde Andreu Villalonga.

Al finalizar la pasada edición de la Vermada, los distintos grupos políticos pusieron el grito en el cielo debido a los problemas que se generaron con motivo de la organización de macrobotellones entre los jóvenes asistentes, lo que reactivó el debate sobre la necesidad de controlar más la fiesta. La oposición solicitó entonces la implantación de una serie de medidas encaminadas a prohibir estas concentraciones juveniles y la creación de una comisión municipal para debatir sobre esta problemática.