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Manacor

La propiedad de la mítica discoteca Dhraa pone a la venta todo el complejo

Su torre y su futurista diseño interior fueron imágenes icónicas de la marcha nocturna mallorquina de finales de los ochenta

Actual imagen, tras quince años de abandono, de lo que fue una de las mayores discotecas de Europa a finales de los años ochenta. toni miquel / donkey films

La discoteca más emblemática y excesiva de Mallorca a finales de los 80 sale a la venta. La propiedad de Dhraa, donde actuaron desde 1986 hasta 1993 grupos como los Immaculate Fools, Kid Creole and The Coconuts, Radio Futura, Nacha Pop o artistas como Miguel Bosé o Nina Hagen, ha decidido deshacerse de todo el complejo, lo que además del mítico recinto, incluye un restaurante, un bar, una vivienda y un parking para 200 vehículos. Un total de 9.000 m2 construidos por un precio "negociable", según apunta su dueño, Pere Pascual. "El precio puede variar si es solo por lo que fue el Dhraa como por todo lo demás, de manera conjunta o por separado".

La macrodiscoteca, situada en la carretera de Porto Cristo a Cala Millor, todavía dentro del termino municipal de Manacor, fue diseñada por el afamado arquitecto madrileño José Ángel Suárez, con la colaboración de artistas de la talla de Guillermo Pérez Villalta, Miguel Barceló o Javier Mariscal. Sus aportaciones hicieron de ella un espacio futurista y rompedor que se caracterizaba por su gran torre con cañones láser, una pirámide, un laberinto y una gran piscina, además de distintos escenarios y obras de arte.

A su inauguración, el 24 de julio de 1986, acudieron más de 10.000 personas y sus fiestas temáticas todavía son recordadas por toda una generación. Llegó a abrir cada día desde las once de la noche hasta la salida del sol. Su fama hizo incluso que fuera reconocida como el punto de referencia isleño de los últimos años de La Movida.

Pero al éxito de los primeros años le siguieron diversos cambios de gerencia, lo que unido a numerosos problemas de seguridad y accidentes, llevaron a Dhraa a su declive y posterior cierre definitivo en 1993. Un año más tarde hubo un intento fallido de reflotarla por parte de un grupo de hoteleros y touroperadores de la zona, transformando su aspecto en un castillo medieval y renombrándola como Camelot.

Actualmente y pese a sus quince años de abandono, Dhraa todavía cuenta con las licencias municipales de actividad como sala de fiestas, restaurante, bar, sala de exposiciones y piscina. Y pese a su transformación estética y la eliminación del laberinto y numerosas obras de arte, todavía conserva el resto de estructuras divididas en zonas cubiertas y descubiertas, barras de bar y baños.

"Dhraa fue un referente dentro del mundo de la noche, pero tal y como está no se puede alquilar", explica Pascual, quien a mediados de los 80 cedió los terrenos en régimen de alquiler a un grupo de inversores liderados por Romeo Sala, que con el interés general bajo el brazo, decidieron construir como ellos mismos la definían en su publicidad "Las ruinas del año 3000". Al final Dhraa murió de éxito y todo el edificio revirtió en una propiedad que ahora lo ha puesto a la venta en distintos portales inmobiliarios nacionales y alemanes. Se puede contactar con él a través del 670084831 o del correo sillot2000@gmail.com.

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