"Estoy aquí para quejarme a la cara en lugar de denunciaros", espetaba ayer una enfadada vecina de Inca en la antesala del despacho del alcalde, Virgilio Moreno. La afectada, que llevaba en cabestrillo el brazo izquierdo y con un visible vendaje, pretendía quejarse del mal estado en que se encuentra la pendiente de la calle Jesús, junto a la plaza Mallorca.
Una vecina accidentada protestando ayer al alcalde. P. CÓRCOLES
Fuentes consistoriales reconocieron ayer a este diario que existen múltiples quejas por causas similares en la plaza.
El problema de la plaza de Mallorca de Inca es que se encuentra en un estado tal de degradación que prácticamente es imposible mantenerla y se debe hacer un proyecto de reforma o de reconstrucción. Lo concerniente a este espacio público ha sido asumido directamente por el alcalde, que ayer explicó que "existe un problema de una elevada pendiente en la calle Jesús, que cuando llevemos a cabo el nuevo proyecto intentaremos mejorar, así como muchas baldosas de la plaza que están rotas y es fácil tropezar"
Cera en el suelo
Otra de las circunstancias detectadas y que ayer manifestaron fuentes del consistorio es que esta plaza se usa habitualmente por patinadores; algo que estaba prohibido pero que ahora han desaparecido los carteles.
Al parecer los patinadores, para poder hacer acrobacias sobre las aristas y escalones de la plaza, untan con cera y otras sustancias deslizantes sus patinetes y monopatines. Estas sustancias quedan impregnadas en el suelo y como consecuencia éste es altamente resbaladizo. Este diario comprobó ayer personalmente como esta afirmación es real.
Moreno anunció que ordenaría a los servicios de limpieza la eliminación inmediata de estas sustancias deslizantes y la recolocación de carteles prohibiendo patinar. "Durante unos días pondremos vigilancia porque, además, estos patinadores son extranjeros que vienen aquí a practicar su deporte porque la plaza tiene desniveles interesantes", dijo.
