A partir del próximo lunes las líneas de autobús que enlazan Sóller y Palma incrementarán frecuencias con el fin de dar respuesta al incremento de pasajeros que se registra durante los meses de temporada alta. De este modo en las horas punta habrá un bus cada 30 minutos.

El director general de Movilidad y el gerente del Consorcio de Transportes de Mallorca, Jaume Mateu y Maarten Johannes Van Bemmel respectivamente, presentaron ayer la nueva tabla horaria de los autobuses de las líneas 210 y 211 que se reforzarán con cuatro vehículos a partir del lunes y hasta a finales de octubre, cuando termina la temporada turística.

En cuanto a la línea 211 (denominada túnel exprés) los servicios se refuerzan con siete nuevas expediciones en los días laborables quedando con un total de 36 por día; los sábados se aumentan con ocho más para pasar a 24 servicios al día, mientras que los domingos y festivos se realizarán tres servicios adicionales pasando de esta forma a prestar 14 viajes dominicales.

La línea 210 (que pasa por Deià y Valldemossa) también se refuerza considerablemente. Así, en los días laborables el servicio se incrementa con tres nuevas expediciones pasando a las 16 diarias; los sábados se incorporan cuatro expediciones hasta alcanzar un total de 16, mientras que los domingos y festivos se realizarán siete nuevos servicios que en total sumarán doce diarios.

Según explicó Jaume Mateu, durante las horas punta habrá un bus cada media hora. La finalidad del incremento de frecuencias es mejorar las opciones de desplazamiento a los residentes de la comarca y hacer frente a las puntas de demanda coincidentes con la temporada turística alta. La medida responde también a las reiteradas quejas que había suscitado el transporte público entre el valle y la capital.

Sin coste adicional

Jaume Mateu señaló que esta medida no supone ningún gasto adicional para el Govern y que de cara a 2018, año en el que se renovarán las concesiones del servicio de autobús, el Govern incorporará nuevas clausulas para garantizar el servicio a los usuarios que se quedan en tierra por falta de plazas.

Desde el ayuntamiento, Josep Lluís Colom, alabó las medidas adoptadas para hacer frente al incremento de la demanda y dar respuesta a las quejas registradas "porque así se atiende una reclamación histórica que periódicamente había generado conflictividad".