El Ayuntamiento de Santa Margalida ha iniciado una investigación interna que afecta a un número indeterminado de policías locales. Ayer en el pleno municipal el teniente de alcalde Joan Monjo anunció la apertura de un procedimiento reservado para dirimir "unos hechos muy graves que han sucedido". Tras las oportunas declaraciones y otras pruebas podría terminar con varios agentes expedientados. En ese supuesto deberá nombrarse a un instructor, probablemente un funcionario de la conselleria de Administraciones Públicas.

El concejal en la oposición Antoni Reus pidió conocer detalles al respecto, pero Monjo se escudó en el carácter reservado del procedimiento para no entrar en hechos concretos. Al parecer se estarían investigando determinados comportamientos de agentes estando de servicio que podrían contravenir la ética profesional e incluso constituir un ilícito penal.

No es la primera vez que el Ayuntamiento margalidà expedienta a policías locales; en la pasada legislatura, siendo Reus el alcalde, se incoó un procedimiento a un agente por haber hecho una filmación con tintes vejatorios a un turista en Can Picafort, que terminó con el afectado suspendido de empleo y sueldo unos días.

La nueva investigación reservada llega en medio de un fuerte conflicto entre el consistorio -personificado en la figura de Joan Monjo- y buena parte de la plantilla policial, que acusa al hombre fuerte del Ayuntamiento de injerencias en su labor. Monjo por su parte denuncia que hay varios agentes que dese hace años distorsionan la dinámica de grupo, por entre otras cosas perseguir hacer horas extras continuamente.

"Tú no sabes quién soy yo"

Estos días además han trascendido otros dos incidentes entre la Policía y los dos concejales de Monjo, Joana Llull y Eugenio Garrido. La primera fue multada hace unos días por aparcar en sitio prohibido, a lo que ella presuntamente respondió enfurecida, lanzando la notificación a la cara del agente e increpándole con frases como "tú no sabes quién soy yo", según consta en un informe oficial.

Por otro lado, el edil Garrido fue denunciado por otros agentes por sobrepasar en sus bares la ocupación permitida en su terraza sobre el paseo marítimo. Los policías achacan a estas y otras actuaciones las medidas disciplinarias emprendidas por el Ayuntamiento. Por contra, en el partido de Monjo (Convergència-El Pi) aseguran que los agentes actúan de este modo por sus intentos de "poner orden" en el cuerpo.