Los padres de alumnos de tres años del colegio público Mitjà de Mar de Porto Cristo no quieren que sus hijos sigan estudiando en aulas llenas que rozan la legalidad y que dificultan el aprendizaje. Es por ello que tras una reunión y con el apoyo de la Apima y la dirección del centro, solicitan al Govern un maestro de refuerzo a jornada completa durante lo que resta de curso, y el posterior desdoble con una tercera línea para septiembre.

"Estamos preocupados y cansados con la situación", explica Leandra Casillas, "nuestros hijos empezaron en una clase de 25 y actualmente ya son 30. Si esto sigue así, ¿qué pasará el año que viene?. Tras varias cartas enviadas por la asociación de padres y el centro al departamento de Planificación de la Conselleria, una a finales de año y otra el pasado 10 de marzo, ésta mandó, hace dos semanas, una maestro de apoyo aunque solo a media jornada "y con el agravante de que debe repartirse entre las dos clases de tres años", protesta Isabel Simonet, madre de un niño afectado por el elevado ratio de Mitjà de Mar.

Aunque si se atiende a la ley, un real decreto de urgencia de 2012 estipula que si bien el máximo permitido son 25 alumnos por clase, la cifra puede aumentar un 20% en casos excepcionales, es decir 30 niños por aula. El mismo texto establece que los alumnos de educación Infantil deberán disponer de dos metros cuadrados cada uno, o sea, que en esta situación serían necesarios 60 m2 de aula, lo que también se cumple por los pelos. "¿Y si en lo que queda de curso llega el alumno 31 o el 32?" señala Casillas. Hace años que Porto Cristo necesita un tercer centro de educación infantil y primaria.