La empresa Helados Valls, propietaria del quiosco ubicado en la primera línea del Port de Pollença que el Ayuntamiento quiere cerrar para convocar un concurso público, asegura que los fundadores de la empresa "recuerdan la existencia" de un documento por el cual se les concedía la adjudicación por 99 años o bien hasta que las familias Valls-Martorell abandonasen la actividad de fabricación de helados.

La empresa añade que ha solicitado "en numerosas ocasiones" las copias de los acuerdos plenarios que demostrarían estos argumentos, aunque el Ayuntamiento "nunca ha facilitado esta documentación". En todo caso, Helados Valls apunta que, según la documentación que ha podido consultar en el expediente, en aquellas fechas "solo había un interesado en ocupar el dominio público" para llevar a cabo la actividad de venta de helados: Lorenzo Valls y Bartolomé Martorell, fundadores de la empresa.

Aseguran que, ante la ausencia de más gente interesada y debido a la declaración de "interés turístico general" de los antecesores de la empresa, el Ayuntamiento "adjudicó directamente a los fundadores la venta de helados en el quiosco del Moll y en la plaza de Pollença con total y plena justificación y cumplimiento de la legalidad". Asimismo, el expediente "deja clara la existencia de una concesión administrativa otorgada de acuerdo con los artículos 82 y siguientes del Reglamento de Bienes de las Entidades Públicas". Añade la empresa que abonó la totalidad de los costes de construcción, instalación y conexiones del quiosco, "consolidando de esta forma su calidad de concesionario del punto de venta, ya sea mediante el plazo legalmente señalado de 99 años o mientras las familias Valls-Martorell se dediquen a la fabricación y venta de helados.

Recurso de reposición

La empresa propietaria del quiosco de helados presentó un recurso de reposición contra la resolución de la junta de gobierno municipal de mayo de 2015 que limitaba la concesión. "Se trata de un acto administrativo que no es firme, ya que a día de hoy (el recurso) no ha sido contestado por parte del Ayuntamiento", por lo que "no queda otro camino" que acudir a la justicia.

La empresa denuncia que el Ayuntamiento, en lugar de contestar el recurso y pronunciarse sobre las alegaciones de Helados Valls, "ha optado por adoptar un nuevo acuerdo que resuelve iniciar un expediente de caducidad de la autorización concedida en su día y que implica directamente el desalojo de la empresa del quiosco del Moll". Los propietarios califican de "injusta" la decisión municipal porque "olvida que tanto las concesiones como las autorizaciones administrativas otorgadas en precario son susceptibles de ser resueltas únicamente cuando concurra un interés público y previa indemnización", lo que "no ha sido acreditado".

Por último, la empresa apela al gran apoyo popular que ha obtenido hasta ahora para argumentar que no existe un interés general para declarar la caducidad de la concesión. Asegura que el quiosco de helados "forma parte de la tradición y de la esencia cultural, gastronómica y social de Pollença". Ayer por la tarde, la campaña iniciada por la empresa tenía más de 4.500 firmas a favor.