El centro escolar de La Salle de Es Pont d'Inca celebró ayer el centenario de su implantación como centro educativo en nuestras islas. Actualmente, el centro está compuesto de una línea.
Durante toda la mañana, los 330 alumnos actuales del centro, todos ellos uniformados con una camiseta conmemorativa del acto, realizaron distintas actividades como una gincana, un concurso de fotografía, juegos deportivos y otros talleres y actividades.
A las once de la mañana se descubrió un pastel en el patio del centro en cuyo centro figuraba el número 100 para celebrar el centenario. Cada unidad escolar se hizo la foto de rigor para finalizar con una foto de familia con todos los alumnos y profesores alrededor del pastel y cantando la canción 'Cumpleaños Feliz'.
La actual directora del centro, Antonia Alzina, que está al frente de un claustro de 27 profesores desde hace tres años, se muestra orgullosa de haber podido ser la máxima responsable de esta efeméride que para ella no es un culminación, sino un punto y seguido para mejorar el centro escolar. Una de sus prioridades para el futuro inminente es poder efectuar la implantación de las nuevas tecnologías en las aulas.
Desde la creación del centro, en el año 1916, se calcula que han pasado por el mismo unos 20.000 estudiantes tanto de Marratxí como de barriadas de Palma próximas como Es Vivero.
El hermano Antonio Martín Martín comentó que los hermanos de La Salle se establecieron en Es Pont d'Inca en el año 1905 como noviciado del distrito de Avignon (Francia) debido a la expulsión de las escuelas católicas de Francia en el año 1904 con motivo de la Ley Combes. El motivo de la elección de Es Pont d'Inca fue debido a la la proximidad con la estación de ferrocarril y de Palma.
En el año 1914 se inició la construcción del noviciado menor, embrión de la futura escuela. En el año 1916 se fundó la escuela totalmente gratuita para los niños de la zona y que nació para cumplir una función social dentro del municipio de Marratxí, ya que eran unos momentos convulsos de crisis e incertidumbre social. Los hermanos de La Salle vieron la urgente necsidad de la formación de una escuela para los hijos de los obreros y campesinos. En sus inicios, únicamente contaban con dos aulas, siendo su primer director Jaime Llinàs. En 1970 se unificó el noviciado menor con el colegio aumentándose las aulas.
La huella de los hermanos de La Salle ha sido reconocida por el consistorio de Marratxí, ya que incluso a tres de sus hermanos les han sido dedicadas calles en Es Pont d'Inca. Es el caso de los hermanos Benildo, Andrés y Rafael Garriga.
