El lenguaje facial y corporal de los regidores de Calvià en las postrimerías de un pleno de casi ocho horas da para una antología de la desesperación política y humana. Miradas fijas en un punto indeterminado del espacio-tiempo. Cabezas hundidas en las palmas de las manos. Rostros sombríos. Cuerpos desparramados en los sillones, con síntomas de colapso. Y dedos que se mesan los cabellos en señal de nerviosismo.
La izquierda, "de camarilla" o de "petit comité"
No hay debate plenario en el que los dos grupos más a la izquierda de la corporación -Sí Se Puede (SSPC) y Esquerra Oberta (EOC)- no se suelten alguna pulla, haciendo buenos esos tópicos que hablan de la tendencia a la división de las gentes progresistas. El jueves, el edil de Esquerra Oberta Alfonso Rodríguez Sánchez recriminó a Fernando Alcaraz, de SSPC, que éste dijera que EOC consulta con su "camarilla" las mociones del pleno. "Después lo intentó arreglar y habló de 'petit comité'. ¿En qué quedamos?", le dijo Rodríguez Sánchez.
"La vida es sueño"
En otras circunstancias, al alcalde Alfonso Rodríguez Badal, como profesor de Lengua y Literatura que es, le hubiese gustado que alguien citase a Calderón de la Barca. "Toda la vida es sueño y los sueños sueños son", dijo la edil del PP Raquel Sánchez. En el escenario político, sin embargo, la frase tenía una vertiente crítica. La oposición acusaba al equipo de gobierno de vender humo con el nuevo plan general.
