La Iglesia de Son Carrió, se llenó en la mañana del día de Pascua de vecinos que no querían perderse la escenificación de la resurrección de Jesús. Un grupo de jóvenes del pueblo representa la versión más desenfadada de la reacción de los guardias romanos, al percatarse que Jesús ha resucitado saliendo de la tumba que estaban custodiando.

La escenificación, que tiene más de un siglo de historia, comienza con la custodia de la tumba, donde romperán docenas de sillas. Se trata de sillas viejas que cada año los vecinos aportan para el acto.

Le seguirá la búsqueda del Dios resucitado, entre alocadas caídas y tropezones, terminando con la procesión del encuentro, donde los centuriones acuden, con algún que otro ropaje roto, lanzas estropeadas y hasta uno asistió sin zapatos, ya que se le rompieron en el transcurso de la escenificación.