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Semana Santa

El 'Sermó de l'Enganalla' se consagra en Llucmajor

Una publicación explica el sentido de esta nueva Festa d'Interès Cultural - En otros pueblos de Mallorca también hubo costumbre

Sbert con su publicación, de 16 páginas, ante el Convent. T. O.

"Jesús ha ressuscitat / i posà al pecat remei. / Tocau, pare Caldentey, / que el sermó ja està acabat". El predicador fue el P. Rafel Ginard Bauçà, mientras que el organista, P. Miquel Caldentey. Es uno de los múltiples ejemplos históricos documentados, y que permanecen en la memoria colectiva, del emblemático Sermó de l'Enganalla de Llucmajor. Un año más, el domingo de Pascua volverá a ser protagonista en la misa del Convent de Sant Bonaventura. Será a las 8 de la mañana y en esta ocasión, el día 27 de marzo, será especial puesto que se repartirá entre los asistentes la publicación promovida por el ayuntamiento de Llucmajor y escrita por Miquel Sbert i Garau (Llucmajor, 1952), doctor en filología catalana, con motivo de la declaración de este genuino discurso como Festa d'Interès Cultural. En honor a la verdad, cabe explicar que falta un solo trámite burocrático para que dicha declaración sea oficial, pero ante la unanimidad política tanto en el ayuntamiento de Llucmajor como en el Consell de Mallorca (en la anterior y actual legislaturas), así como ante la gran aceptación social, ya se da por hecho el nuevo estatus. Y se festeja.

Asimismo, este sábado, a las 19.30 horas, el Claustre de Sant Bonaventura acogerá la conferencia El Sermó de l'Enganalla, riure per Pasqua, a cargo de Sbert.

Consultado ayer por este diario, Sbert calificó tan singular sermón como "una pequeña joya patrimonial". Es la "escenificación de un combate entre el predicador y el organista. El predicador tiene el reto de acabar el sermón antes que el órgano y el coro [actualmente sólo el órgano] le interrumpan". El organista no puede empezar a tocar hasta que haya transcurrido un tiempo prudencial. En el pasado "había una serie de reglas, algunas de ellas desaparecidas, como la que el sermón debía invitar a los fieles a la fiesta de bendición de los frutos de Cura [el domingo siguiente] y, por otra parte, anunciar la resurrección de Cristo, que esta sí se mantiene".

Se tiene constancia de que a finales del siglo XIX ya existía esta tradición de los Fra Menors, trayendo la melodía del Aleluya pascual. Se trata, sin lugar a dudas, de una vieja costumbre europea, consistente en introducir aspectos cómicos en las celebraciones litúrgicas pascuales, risus paschalis. Entronca incluso con festividades paganas. La finalidad: aligerar la pesadez de estas celebraciones, de pasión y muerte de Cristo, 40 días de ayuno y abstinencia, actos larguísimos, dolor, oscuridad, penitencia... En definitiva, per fer un poc més mengívol, romper la monotonía, se introducían elementos cómicos. Eso sí, antaño en Europa hubo también la tendencia, sistemáticamente prohibida, de manifestaciones, gestos y actos con fuerte carga erótico-sexual. El otro ámbito en el que figuraría el Sermó de l'Enganalla, la dimensión cómica con sermones jocosos, bromas del predicador, relatos de historias absurdas, imitaciones de animales, etc. Una línea ortodoxa, inocua, que conserva aún hoy en día su esencia.

En múltiples pueblos de Mallorca había Sermó de l'Enganalla. Además de en Llucmajor, Algaida, Vilafranca y Sant Joan, entre otras localidades. ¿El motivo de que solo perdure en Llucmajor? "La estabilidad de la comunidad franciscana en Llucmajor, su fuerte implantación e interacción social y que la Verge sale del Convent en la Processó de l'encontrada".

Sbert publicará muy pronto con Miquel Calent, de Campos, otro libro: Aguiar amb el cançoner. Promete deleitar.

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