"El esfuerzo y la constancia de nuestros ganaderos es admirable, y también tienen una función social, tradicional y de gestión medioambiental. Vale la pena que nos concienciemos, lo valoremos, y el primer paso de todos sea comprar y consumir sus productos. En este caso, ¡beber leche mallorquina, comer queso de aquí!". Así se manifestó ayer el ayuntamiento de Campos, dirigido por el alcalde Sebastià Sagreras (PP).

Este llamamiento a la adquisición de productos locales viene motivada por los preparativos de la próxima Fira de Maig de Campos, conocida popularmente como la Fira de ses Vaques.

El consistorio da los primeros pasos para poner en marcha la edición de 2016. "Cada año es más difícil debido a la complicada situación que padecen ya hace muchos años nuestros payeses. La insularidad, el bajo precio de la leche, etc, y este año la grave situación de sequía hacen que no sea nada fácil", advierte.

Un conocido empresario-ganadero de Campos, consultado ayer por este diario informó de que si en los años 70 llegaron a existir en el municipio más de 400 ganaderías, popularmente vaqueries o boveres, en la actualidad apenas sobreviven una quincena, entre ellas Son Barbut, Ramon des planters, Contreras Benavent, s'Hort de Can Mates, Can Peixet, Formatges Burguera, s'Hort de Son Coves, Es Cap Sol, Es Camp Roig, SAT Son Carbó, Jaume des Torrent y Torre Marina.

Desde hace lustros las alarmas en el sector están encendidas, con goteo de abandonos cada año. En el recuerdo, el cierre de las famosas fábricas Blahi y Piris.

30 céntimos por litro

Ganaderos lamentan que "estamos condenados a desaparecer en breve". ¿Cómo pueden entonces sobrevivir? "La mayoría somos mayores, no hay relevo generacional, y en el momento en que sea rentable deshacerse del ganado casi todos dejaremos la actividad, esto no hay quien lo aguante, y este 2016 habrá más abandonos. Agama paga entre 30 y 31 céntimos por litro de leche, y las ayudas son escasas, esto es una ruina, inviable".

En la próxima Fira de Maig se prevé que nuevamente participen ganaderos menorquines.