Unas 200 personas, en su mayoría niños y padres de alumnos, de Caimari (que pertenece al municipio de Selva) se concentraron ayer en la plaza del pueblo para acudir a pie hasta Selva en protesta por la falta de una escuela en condiciones.

Los manifestantes partieron a las seis de la tarde y recorrieron los tres kilómetros de carretera que separan ambos núcleos. Portaban camisetas alusivas a su reivindicación así como pancartas y carteles individuales elaborados por los niños y los padres.

Al frente de la manifestación se encontraban los concejales Antoni Daniel Frontera, de Arrelam, y Cristòfol Barceló (PP), teniente de alcalde. Barceló manifestó que es: "Caimarienc antes que concejal. No voy a Selva a protestar contra nadie, voy a pedir una escuela al que sea, y quiero que nos escuchen ya". Precisamente el lema de la gran pancarta que abría la manifestación rezaba: "Volem una escola nova, ja".

El problema que padece en estos momentos Caimari es la falta de solar apropiado. El consistorio disponía de uno, junto al polideportivo, pero el Consell ha advertido de que no se puede utilizar porque no forma parte de una Área de Transformación (AT).

Barceló explicó ayer que "en Caimari se dispone de 12.000 metros cuadrados de suelo público que conforman una AT, pero están dentro de la Comuna. Es terreno de montaña. En su día el técnico de turno del Consell marcó allí una raya, junto a un ANEI, y lo puso como AT. Es cierto que nadie se dio cuenta en su día; pero nadie de ningún partido, que no vengan ahora a rasgarse las vestiduras". Barceló agrega: "Lo que pedimos es muy sencillo. Queremos que esa AT se traslade a la parte baja del pueblo. Si hay voluntad puede hacerse. Nuestro pueblo es de montaña y esa zona grafiada es imposible de urbanizar, necesitaríamos hacer una excavación brutal".

Existe, sin embargo, un solar junto a la iglesia que sería apto. El problema es que ante tantos rumores la especulación se ha disparado y ese solar se cotiza a precios inasumibles para el consistorio.