El ayuntamiento de Sóller, sus técnicos y los colectivos habituales se han puesto a trabajar en la organización del próximo Firó de Sóller que presentará diversos cambios en materia de seguridad y algunas novedades para hacer frente al alud de visitantes que recibe el municipio en ese día. A grandes rasgos puede decirse que este año se invitará a los foráneos a no ir al Firó a no ser que quieran participar de la fiesta y de su "significado" y evitar así el colapso del municipio de gente foránea que se desplaza para beber alcohol.

Para hacer realidad este propósito, los organizadores preparan una batería de medidas para evitar comportamientos que vayan "en detrimento del Firó, perjudiquen su imagen o interfieran en su desarrollo", explicó la concejal de Participación Ciudadana, Laura Celià, quien matizó que estas propuestas tienen por objetivo principal que "todos los que quieren el Firó lo puedan vivir y disfrutar sin problemas". En las próximas semanas estas propuestas se articularán en medidas concretas.

Pautas

Así, los organizadores se han marcado unas pautas. Se evitarán hacer "llamadas masivas a través de los medios Se explicará "qué es el Firó y qué riesgos entraña si no se respeta la esencia de la celebración".

Se limitará el final de la fiesta hasta las doce de la noche y, muy importante, se intentará atajar el botellón que cientos de personas protagonizan cada año en las cunetas de las carreteras que dan acceso a Sóller. El ayuntamiento quiere regularlo pese a que ya está prohibido.

Sin duda, las medidas más llamativas que se prevén poner en práctica en el Firó del próximo 9 de mayo consistirán en limitar el aforo de la plaza de la Constitución donde se lleva a cabo la batalla final entre moros y cristianos. Según los técnicos, la plaza podrá albergar hasta un máximo de 9.000 personas por lo que se cerrarán sus accesos una vez que se llegue a esta cifra.

Así, se reservarán 4.000 plazas para los participantes (moros, payesas y payeses) y otras 5.000 para los espectadores. Los unos y los otros serán identificados con pulseras de distintos colores con la finalidad de evitar una "masificación extrema" de este espacio público durante el Firó.

Controles de acceso

Para asegurar el cumplimiento de esta medida se establecerán controles de accesos en las calles que desembocan a la plaza; puntos desde donde se prohibirá su entrada una vez que se llegue al aforamiento máximo, explicó la concejal de Participación.

Para restar gente a la plaza durante la batalla final del Firó, los organizadores prevén habilitar un espacio alternativo "para desviar toda la gente que ha llegado a Sóller y no quiere o no puede disfrutar de la batalla". Posiblemente este recinto será la plaza de España, a la que el ayuntamiento invitará a los bares del centro a montar sus barras para despachar bebidas y asegurar que los establecimientos situados en la misma plaza estén cerrados al público.

El ayuntamiento no quiere que los bares estén abiertos en el momento de mayor concentración de gente.

Todas estas medidas se complementarán con otras puestas en marcha en años anteriores, como los planes de concienciación en los colegios y otras de nueva creación dirigidas a turistas y visitantes que tendrán por objetivo "crear consciencia y valoración del Firó".