l traslado del Crist del Perdó y la Bona Mort, que cada año efectúa la cofradía de Crist Rei, desde su parroquia a la residencia de ancianos Novaedat, se ha adelantado en esta ocasión una semana. Desde que se inició, hace 10 años, se celebraba en Pentecostés -cincuenta días después de Pascua-. El año pasado se decidió incorporarla a la Semana Santa y comenzó a celebrarse el día antes del Domingo de Ramos. Sin embargo, este año, de forma excepcional se ha adelantado una semana. Se debe a que se celebra el 60 aniversario de la talla.

Por la noche, al ser devuelto a la parroquia, fue también protagonista de la primera pieza que interpretó la Agrupació Musical Juventut Inca. Le dedico la Saeta (adaptación de Joan Manuel Serrat) cantada por Joan Valle.

La procesión partió de la parroquia a las 17 horas de la tarde, desfilando por la calle Costa i Llobera en dirección a la residencia de ancianos.

Durante el trayecto fueron relevándose los cuatro portadores que suelen llevarla. La cofradía de Crist Rei desfiló como es habitual con su túnica blanca y su capa roja. Sin embargo, en esta procesión los penitentes no portaban el característico capirote.

Abría el desfile religioso el estandarte de la cofradía, portado por un penitente descalzo. Tras él, la banda de cornetas y tambores y en mitad de la procesión la imagen del Cristo crucificado. Detrás de la figura presidía la procesión el rector de Santa Maria la Major, mossèn Antoni Vadell, acompañado por otros dos sacerdotes y varios monaguillos.

Cabe destacar la anunciada ausencia de las autoridades civiles, que este año no participarán de las procesiones por decisión del equipo de gobierno. No obstante, los ediles de Ferias, Comercio y Mercados, si asistieron a título personal a la eucaristía.