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Historia

Matrimonios concertados entre Sóller y Puerto Rico

Unos 3.000 mallorquines, la mayoría de ellos del valle de los naranjos, cruzaron el Atlántico entre 1830 y 1940 para buscar una nueva vida y fortuna en la isla caribeña

Vista panorámica de la hacienda La Balear, finca regentada por emigrantes mallorquines afincados en Puerto Rico. DIARIO DE MALLORCA

Unos 3.000 mallorquines, según relatan los historiadores, cruzaron entre 1830 y 1940 el océano Atlántico para buscar fortuna en Puerto Rico, la que fue colonia española hasta 1898, en una ola que lleva inevitablemente el nombre de Sóller, ya que uno de cada tres emigrados era del valle. La historia de las vidas de muchos de estos mallorquines está aparejada a un hecho que hoy resulta insólito, como son los matrimonios concertados que se realizaron entre Puerto Rico y Mallorca, aunque entonces era algo muy habitual.

La concejalía de Cultura del ayuntamiento de Sóller y el archivo municipal, que desde hace seis años organizan conjuntamente un ciclo anual de conferencias, consideraron que "Sollerics en Puerto Rico" podría ser un buen título para el ciclo de este año, que es un contrapunto a las Jornadas de Estudios Locales que se celebran en el mes de noviembre.

Además, se da la circunstancia de que durante el mes de mayo más de treinta miembros de la familia de Joan Mayol, que residen en Puerto Rico, harán una visita a Sóller y serán recibidos por la corporación municipal, y que el mes de octubre se presentará también en Sóller un libro de pequeñas biografías de los mallorquines emigrados en Puerto Rico que ha sido editado por la Sociedad Genealógica de Puerto Rico y que ha contado con la participación del historiador de Sóller Antoni Quetglas.

Precisamente, Antoni Quetglas explicó que el de Puerto Rico fue el primero de los destinos de los emigrantes sollerics. Fue Juan Marqués Marqués, de Ca n'Alic, el pionero en salir de Sóller hacia la colonia española en el Caribe, un lugar con tierra fértil y prósperos negocios de café y caña de azúcar que los sollerics supieron explotar bien.

El fenómeno migratorio duró más de un siglo, aunque a partir de la independencia de 1898 de la colonia española fue decreciendo notablemente. Quetglas explicó que los lazos entre Puerto Rico y Sóller aún perduran. Josep Antoni Morell, que también tomará parte en el ciclo, comentó que la primera generación tuvo mucho interés en mantener el contacto con su lugar de procedencia y de ahí la importancia que tuvo José Pastor Castañer, el vicario Fiquet, que durante décadas estuvo concertando matrimonios entre hombres que habían emigrado y mujeres de familias Sóller.

Morell ha llegado a documentar hasta 1.671 matrimonios concertados por el presbítero, muchos de los cuales se llegaron a consumar por poderes y sin conocimiento previo entre el novio y la novia.

Se pierde el contacto

Los que hicieron fortuna en Puerto Rico pudieron retirarse a los 50 años, regresar a Sóller, ver pasar los días desde Sa Botigueta y construirse algunas de las casas de estilo colonial que aún se conservan en las calles de Sóller: Can Massana, Can Ballester , Can Cremat... Pero otros quedaron en Puerto Rico, o quedaron sus hijos, y con el tiempo se fue perdiendo el contacto con Sóller.

Sin embargo, Quetglas comenta que en el archivo municipal cada año recibe algunas visitas de descendientes de sollerics que vienen de Puerto Rico para buscar sus raíces y otros que hacen la consulta a través del correo electrónico.

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