Nuevos problemas en la conservación de la iglesia de Bunyola. En los últimos días han caído varios pedazos del campanario, lo que el pasado jueves obligó al consistorio a cortar la circulación de vehículos y prohibir el paso de personas en la calle de Sant Josep, en la parte posterior del templo.

Estos desprendimientos se suman a los detectados en las últimas semanas en una de las fachadas laterales de la parroquia. Los bomberos tuvieron que acudir al pueblo en dos ocasiones para retirar parte de la canal, que se había desprendido. Desde entonces, también se prohíbe aparcar en un tramo de la calle de Santa Bàrbara, que permanece acordonada.

Además, el reloj municipal, situado en la fachada del templo, también provocó problemas hace pocas semanas. La esfera del reloj amenazaba con desprenderse, lo que obligó al Ayuntamiento a realizar una intervención de urgencia y sujetarla con ocho grapas reforzadas de hierro.

El mal estado de conservación del templo parroquial preocupa desde hace años. El verano pasado, se restauró el tejado de la capilla del Roser y ahora se busca financiación para restaurar el resto del tejado, una obra considerada urgente.