En la calle Ossa Major de Badia Blava ya no hay la polémica antena de telefonía móvil instalada sobre una vivienda particular. En el pleno del ayuntamiento de Llucmajor que tuvo lugar anteayer, el regidor de Sí Se Puede, Juan Ramón Martín Cañas, preguntó por el estado actual de las antenas en el municipio. La concejala socialista de Turismo y Urbanizaciones, Lucía Escribano, informó de que recientemente los vecinos de Badia Blava celebraron con una fiesta la retirada del conflictivo aparato colocado desde hace años en el núcleo costero.

La antena en cuestión será reubicada en un terreno privado alejado de Badia Blava, aproximadamente a un kilómetro de distancia, en el Camí de sa Torre.

Papel de mediador

El consistorio llucmajorer, esta legislatura dirigido por Més, El Pi y PSOE, ha solventado el caso ejerciendo como mediador, pese a no tener las competencias directas. No en vano cabe recordar que durante unos cinco años se movilizaron vecinos en contra de la antena, creándose a propósito una plataforma.

El terreno particular en el Camí de sa Torre reúne las condiciones técnicas que necesita la compañía Orange. Escribano comentó que la propietaria de la casa de la calle Ossa Major no quiso renovar el cuestionado contrato.

Miembros de la plataforma reconocieron ayer a este diario su gran satisfacción. En la mencionada reciente fiesta, con torrada, los rostros eran de felicidad.

Capítulo aparte merece otra antena de diferente operadora instalada también en el municipio. Curiosamente se halla en Badia Gran. Fuentes municipales apuntan que en este caso el aparato está en un terreno también privado, en el mismo núcleo, y admiten que quitarlo resultará más complicado. A diferencia de en Badia Blava no hay tanta presión social en contra.