Margalida Negre, una vecina de Maria de la Salut, se llevó un gran susto hace unos días cuando en su paseo diario se encontró con una serpiente de unos dos metros y medio enroscada en un lecho de hierbajos a un lado del camino por donde transitaba. Se trata de un sendero que pasa por la posesión llamada Son Cloquis que está situada entre Maria y Sineu, dentro del término municipal de este segundo municipio.
Margalida acostumbra a andar una hora y media cada tarde y lo hace por diferentes parajes cercanos al pueblo en los que no pasen vehículos que puedan molestar o que resulten un tanto peligrosos. En esta ocasión, como en muchas otras, puesto que es una ruta muy de su agrado, escogió el mencionado camino. "Serían poco más de las 16 horas cuando me di cuenta que había algo dentro de las matas próximas al camino, me acerque y vi que era una gran serpiente enrollada que no se movía, la toque con un palo y se revolvió con la boca abierta dándome un buen susto. En un principio me alejé pero, al ver que estaba otra vez calmada, me acerqué para hacerle una foto con el móvil. Después mandé un whatsapp a mis amistades del correo y recibí todo tipo de respuestas y bromas", explica Margalida Negre.
Susto
"Si encuentro un bicho como este te prometo que llego con la mitad del tiempo y sin cansarme", le contestó su amiga Magdalena. Otra le dio un número de teléfono para que llamara y fueran a recogerla; también le aconsejaron que avisara a Natura Parc; Isabel le sugirió, en tono de broma, llamar a Frank de la Jungla. Hasta que se le ocurrió llamar a Pep Bergas, responsable del control de fauna de Maria de la Salut, que le pidió algunos datos y le aclaró las dudas. El reptil era de color negro con manchas amarillas (en la foto parecen de color crudo). "Todo parece indicar que se trataba de una serpiente de herradura, que si bien tienen el vientre color rosáceo, al ser muy adulta puede ennegrecerse. Además, tiene la principal característica muy visible: el dibujo de la cabeza en forma de herradura. Esta serpiente no es venenosa ni peligrosa, pero sí que se trata de una especie invasora que al no tener depredadores es perjudicial para la fauna autóctona", aclara Pep Bergas. Estas informaciones tranquilizaron a Margalida que se marchó de aquel lugar sin más sobresaltos. Al cabo de unas horas unos cazadores comentaron que sería bueno echar un vistazo por la zona donde estaba el reptil para saber si había indicios de reproducción, huevos o pequeñas crías. Al parecer no se encontró ninguna evidencia de este tipo. La serpiente tampoco se encontraba allí.
Este reptil empezó a llegar a Mallorca en la zona de levante (Artà, Son Servera, Cap de Pere?.) se ha ido extendiendo y ahora ya se encuentra en el Pla. "Si se encuentra alguna serpiente de estas se aconseja eutanasiarlas por congelación; se mete el animal en un congelador, de esta manera queda aletargado, se duerme y muere sin sufrir", dice Bergas.
