Inca padece una proliferación inusual de vertidos de escombros en caminos y torrentes. La unidad de prevención de la Policía Local ha estado investigando y ha establecido un dispositivo especial de vigilancia. Gracias a esta tarea se ha identificado a un individuo que vertía escombros procedentes de la construcción en una zona de contenedores al camino de Can Boqueta.

Los agentes procedieron a la identificación y a la recogida de datos para la posterior sanción. Esta infracción por vertido de residuos no peligrosos en zona rural puede suponer una sanción de hasta 45.000 euros dependiente de la consideración de la gravedad.

"Desde el área de Policía estamos realizando acciones periódicas de control en los diferentes caminos rurales del municipio y en puntos de entrada al casco urbano para evitar la proliferación de vertidos incontrolados", afirma la concejal de Policía, Antonia Triguero.

La Policía también ha identificado al autor de un vertido de muebles en el caso urbano. Se trata del abandono de varios sofás. En este caso, puede ser sancionado hasta con 3.000 euros. "Las malas prácticas de unos cuántos tienen un enorme coste para el resto de los ciudadanos, un coste tanto económico como de salubridad", sostiene Àngel Garcia, edil de Medio Ambiente.