El ayuntamiento de Bunyola ha iniciado las obras para que el barrio de es Garrigó y el cementerio municipal puedan recuperar el suministro eléctrico público, cortado el 1 de septiembre de 2014 tras la muerte del joven David Grimaldos, electrocutado en una farola del paseo Antoni Estarellas. Las obras en es Garrigó, barriada situada en la entrada del pueblo desde Santa Maria, finalizarán en los próximos días. El consistorio sustituye las antiguas farolas, que se encontraban en muy mal estado de conservación, por nueve farolas nuevas LED, que permiten un ahorro de cerca del 70% en el consumo eléctrico.

Es Garrigó estaba sin suministro público de luz porque, tras la electrocución del joven, el juez ordenó el precinto del cuadro general de control, que no autorizó a levantar hasta el pasado mes de septiembre. La situación en esta barriada había provocado numerosas quejas de los residentes y de la Asociación de Vecinos del pueblo, que desde hace un año y medio no contaban con iluminación pública. Cuando finalice la instalación de las farolas, la dirección general de Política Industrial del Govern deberá autorizar el regreso de la electricidad pública a esta zona del pueblo.

Por otra parte, hace pocos días también han empezado las obras para que el cementerio municipal pueda recuperar la electricidad. El camposanto perdió el suministro porque tras la electrocución del joven se descurrió que no tenía contador propio y recibía la electricidad de la misma línea que el paseo Antoni Estarellas, que se cortó de inmediato. Las obras, que tienen un presupuesto de 39.737 euros financiados a través del Plan Especial de Ayudas del Consell, permitirán electrificar el cementerio, además de revisar todo el conjunto eléctrico y las farolas.