La famosa postal turística de Cala Figuera está en sus horas más bajas. Los abandonados y ruinosos Apartamentos Siesta, ubicados en la calle Sant Pere, en plena zona centro, son la viva imagen de la decadencia. Tanto es así que vecinos, hartos de la lamentable situación, exigen actuaciones políticas. La oposición municipal, formada por Alternativa, PSOE y El Pi, ha recogido precisamente múltiples demandas vecinales y en el reciente pleno elevó una moción para reclamar que el ayuntamiento de Santanyí haga cumplir las ordenanzas referentes a que los propietarios deben mantener en buen estado sus propiedades, disponer de los pertinentes cierres y mantener la limpieza e higiene básicas. Si los titulares no remedian las cosas en los plazos previstos, el consistorio se verá obligado a intervenir de forma subsidiaria, es decir, asumir las obras y pasar luego el coste de la factura al dueño.
El PP, comandado por el alcalde Llorenç Galmés, respaldó dicha moción de urgencia presentada por Alternativa, PSOE y El Pi. Reconoció públicamente los problemas generados por edificios abandonados como los Apartamentos Siesta y el Hostal Mar i Cel, entre otros. A su vez advirtió de la complejidad y dificultad que representa para el consistorio el hecho de que haya diversos propietarios, cambios de titularidades, etc.
Asimismo, Galmés defendió toda una serie de acciones ya ejecutadas o actualmente en fase de impulso, como la oficina turística, un mirador, la compra de un pinar, un paseo peatonal hasta Cala Santanyí, organización de eventos deportivos y culturales, embellecimiento de calles, etc. Admitió que se necesita mimar e incentivar Cala Figuera y "vamos a trabajar juntos para mejorar", subrayó.
En contraste, los grupos de la oposición Alternativa, PSOE y El Pi critican que desde hace lustros vienen realizando propuestas para mejorar Cala Figuera, Cala d'Or, Santanyí y el resto de núcleos del municipio y el PP, que goza de amplia mayoría de ediles, "aplica sistemáticamente el rodillo".
En el mencionado reciente pleno, Galmés reveló que el consistorio ha negociado con los dueños de unos terrenos precisamente en la zona centro para habilitar juegos infantiles e instalaciones deportivas. Dichos propietarios pidieron más de un millón y Galmés consideró que es un precio excesivo.
En 2013, Galmés anunció que médicos alemanes querían invertir 30 millones en un centro sociosanitario, justo en una céntrica manzana urbana de Cala Figuera. La realidad: nada se ha hecho.
