La reforma que se efectuó bajo el mandado de Pere Rotger significó la construcción de un aparcamiento, además del espacio de plaza pública. La empresa que construyó la infraestructura se quedó en concesión los aparcamientos por un determinado período y efectuó una trasmisión no consentida de esta concesión a favor de otra empresa. Pero la plaza y los aparcamientos presentaron tantos defectos que al final se rescató la concesión hace un año. El planeamiento ahora de una remodelación en profundidad se ve condicionado porque la empresa que adquirió la concesión ha presentado un pleito por las plazas de aparcamiento. Garcia explica que "la resolución de ese litigio sobre las plazas condiciona económicamente pues si finalmente se devuelven al consistorio, éste podrá negociar y obtener una fuente de ingresos que le permitiría afrontar las obras de una forma más sencilla o de otra con más complicaciones".
