La junta de gobierno del ayuntamiento de Calvià aprobó ayer la licencia municipal de demolición de las edificaciones principales de un club de tenis en Costa de la Calma (al lado de Santa Ponça), donde el propietario ha manifestado su intención de impulsar en un futuro un complejo de pisos tutelados para jubilados europeos de alto poder adquisitivo.

Ante los recelos vecinales que despertó en la pasada legislatura la modificación urbanística que permite esta infraestructura, fuentes municipales precisaron ayer que la concesión de este permiso responde a un acto administrativo "reglado" que se adecua a la legalidad ya que cuenta con el "informe técnico preceptivo".

En cualquier caso, el Ayuntamiento no entró a pronunciarse sobre el futuro plan de viviendas tuteladas, que, agregaron estas mismas fuentes municipales, deberán obtener llegado el caso una nueva licencia de obras. Unas viviendas que, además, precisarían para su ejecución de un "informe favorable del Govern conforme la actividad a desarrollar es asistencial", señalaron desde el Consistorio.

Hasta la pasada legislatura, el solar de 10.000 metros cuadrados donde se ubica el club de tenis tenía la calificación de espacio libre privado. Con el cambio urbanístico, que fue ratificado el año pasado por el Consell de Mallorca, ha pasado a estar catalogado como equipamiento privado, lo que abre la puerta a los usos asistenciales y sanitarios. El complejo, según informó en su día este diario, prevé medio centenar de apartamentos independientes con instalaciones comunes de sala médica, gimnasio y comedor.

La asociación de vecinos de Costa de la Calma se ha posicionado en contra de este plan, al considerar que encubre un "pelotazo urbanístico". En los últimas días, han instado al Ayuntamiento en las redes sociales a que proceda en esta zona como en el Oratorio de Portals Nous, donde se denegó la licencia municipal para la construcción de un restaurante, lo que había originado malestar entre los residentes.