Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Medio ambiente

Un excepcional visitante alado

El alca común divisada en Son Serra es un ave del Atlántico Norte que ha sido vista en anteriores ocasiones en el Mediterráneo, pero este año es más abundante

Imagen de un alca común en la que se aprecia su enorme parecido con los pingüinos. DIario de Mallorca

Este fin de semana ha llamado la atención la aparición de un ave, de aspecto similar a un pingüino, en las proximidades de Son Serra de Marina (Santa Margalida). Se trata de un ejemplar de alca común (alca torda), que no pertenece a la familia de los pingüinos, aunque tenga un aspecto similar. En realidad es un álcido.

Es un ave excepcional en Balears, aunque no rara. Lo que si es extraordinario es contemplarla tan cerca de la costa pues suele encontrarse más cómoda mar adentro. Quizá por ello muchos habitantes de las islas jamás la hayan visto y el ejemplar aparecido en Son Serra haya despertado tanto interés. De hecho, el individuo avistado lleva varias semanas por el lugar. Tampoco es habitual que se acerque a las islas en la cantidad que lo ha hecho este año.

Es un ave que vuela, al contrario que el pingüino. Los pingüinos son, además, animales propios del hemisferio sur, no los hay en el norte, donde sí habitan los álcidos. No son, ni por asomo, la misma especie, ni siquiera están emparentados; pero, como explica el experto ornitólogo Antoni Muñoz, del GOB, "su apariencia es similar porque en ocasiones la naturaleza, ante condiciones similares adopta soluciones semejantes". Esto significa que el alca habita en lugares de parecidas características a las de los pingüinos así como es semejante su forma de vida y alimentación.

Citas anteriores

No se trata tampoco de la primera ocasión en que es avistada en Balears. Recientemente fue citada por observadores en s'Albufereta, Formentor y en otros puntos de la bahía de Pollença, según indica el profesor de Ecología de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Samuel Pinya. Lo extraordinario de la aparición de estas aves en Balears que se ha constatado este año es su elevado número en relación a otros precedentes. Es originaria del Atlántico Norte, una zona que esta temporada está sufriendo unas tormentas inusualmente más intensas. Muñoz aventura que "probablemente sea esa la causa que ha empujado a un buen número de individuos hacia el sur y hayan entrado en el Mediterráneo en busca de mejor cobijo".

Cuando sucede un hecho así, la tentación es la de relacionarlo con el cambio climático aunque los expertos no se atreven a aseverarlo. Muñoz sostiene que "parece todo más relacionado con un cambio meteorológico puntual, probablemente relacionado con el fenómeno del Niño, y las tormentas, mayores de lo habitual, que ha originado en el norte del Atlántico.

No cría en España, aunque en invierno es frecuente en nuestros mares, tanto en la zona cántabro-atlántica como en el Mediterráneo (en escaso número, como ya se ha mencionado).

Imagen del alca avistada en Son Serra de Marina. RICARDO RECIO

Época

A pesar de no reproducirse en el litoral español, el alca resulta el álcido más frecuente en nuestro país a lo largo de la invernada, época en la que un buen número de ejemplares jóvenes e inmaduros permanecen cerca de las costas atlánticas y mediterráneas, a las que acuden hacia el mes de octubre y abandonan en marzo.

Los principales problemas para la especie se deben a los accidentes con redes de pesca, la contaminación por hidrocarburos y la sobrepesca. El alca común se incluye en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría "De interés especial".

Tiene un tamaño mediano, de 38 a 41 centímetros de longitud. Los ejemplares adultos de esta especie pesan unos 700 gramos. El dorso del cuerpo es de color negro y la parte ventral blanca. No hay un dimorfismo sexual evidente. Su cuerpo es alargado, su pico es fuerte y robusto, de color negro, la cola larga y puntiaguda y las patas bastante retrasadas y negras.

Compartir el artículo

stats