A día de hoy el ayuntamiento de Llucmajor todavía mantiene una deuda de 36,3 millones de euros, lo que significa que cada uno de sus algo más de 34.600 vecinos debería pagar más de 1.049 euros para saldar el déficit total. En lenguaje técnico, el consistorio más importante del Migjorn mantiene un 94% de ratio financiera de deuda, lo que el equipo de gobierno (formado por Més, PSOE y El Pi) espera poder rebajar hasta el 79,6% cuando acabe 2016, incluso con la esperanza de que se pueda llegar a la cifra del 75%, lo que permitiría una mayor posibilidad de inversión para la corporación.

Así las cosas, ayer se aprobaron los números que marcarán el rumbo de una legislatura, que según el nuevo pacto "económicamente empieza ahora, puesto que en estos últimos seis meses hemos tenido que funcionar con el presupuesto heredado", indicaba el alcalde Jaume Tomàs (Més), contento con el trabajo técnico que augura unas cuentas "marcadas por un carácter social, cultural y deportivo". En definitiva: 36 millones de euros, medio millón más que los anteriores del PP en 2015, con una inversión limitada que sube solo un 1,04%.

Aunque las partidas no sean una panacea, sí que se ha procurado incidir en las necesidades urgentes. Entre ellas, una partida de 100.000 euros para empezar la remodelación de la residencia de mayores, que hace unos años estuvo en riesgo de cierre por recortes. Otra de más de 350.000 para el asfaltado de calles de la ciudad y sobre todo de Cala Pi.

Por lo que al capítulo deportivo se refiere (350.000 euros más), se reformarán y reabrirán las gradas clausuradas de s'Arenal con un acondicionamiento de los vestuarios incluido. Asimismo se tendrá que cambiar toda la cubierta de uralita del pabellón de Llucmajor por el peligro potencial para la salud que supone.

En Cultura, una de la principales preocupaciones será la de habilitar un archivo histórico con 160.000 euros de partida, y la remodelación del claustro para que pueda albergar las áreas de Cultura, Deportes y Educación, con lo que los actuales Juzgados de Paz deberán trasladarse. Del mismo modo las delegaciones de Medio Ambiente, Informática e infracciones urbanísticas, pasarán al Casal de ca s'Hereu, inmueble que también deberá pasar por retoques.

El alcalde destacó también como novedad la denominada partida ciudadana: 150.000 euros a repartir a partes iguales entre Llucmajor, s'Arenal y las urbanizaciones, con el fin de que sus vecinos puedan decidir de manera directa en qué los invierten; "si hay prioridades que ya estén reflejadas en los presupuestos, no contabilizarán dentro de los 50.000 euros". En cuanto a personal, cuyo capítulo supone 14,5 millones del total de las cuentas, se habilitarán hasta doce nuevas plazas: seis para nuevos agentes de la Policía Local, cuatro para técnicos administrativos, un aparejador y un arquitecto.