El departamento municipal de Serveis de Inca cambiará el sistema de recogida de residuos orgánicos este año ante el fracaso rotundo de la aplicación de los contenedores marrones. Xisca Barceló, responsable del área, reconoce que "en la actualidad se recoge sólo un 7,9% de basura orgánica cuando se calcula que en el montante total de residuos producidos, esta fracción representa el 40%". Si se reciclara completamente, los ciudadanos pagarían anualmente un millón menos por la tasa de basuras.
Hace varios años se colocaron, junto a los habituales contenedores verdes, unos contenedores marrones, de menores dimensiones, que debían ser usado para depositar los residuos orgánicos -comida, huesos y raspas, peladuras, papel de cocina, cáscaras de huevo o frutos secos, posos de té, infusiones o café, etcétera-. No obstante, y a pesar de múltiples campañas informativas, estos contenedores han padecido dos importantes avatares. El primero es el deficiente uso que se ha hecho de ellos y que evidencia que sólo se recicle un 7,9% de residuos orgánicos. El segundo es la gran cantidad de robos que afectan a estos contenedores. El concejal del PP Felip Jerez puso de manifiesto esta circunstancia durante el pleno consistorial. Xisca Barceló reconoció que se venían produciendo pues "son receptáculos pequeños que la gente hurta con facilidad", pero que ya no se repondrán porque se sustituirá todo el sistema.
Plan de residuos
Serveis está finalizando la redacción de un plan de residuos local que se prevé que pueda presentarse el mes de marzo. Barceló adelanta que en abril se convocará un nuevo concurso para adjudicar la recogida de basuras que incluirá un nuevo sistema para los residuos orgánicos.
Barceló adelanta que hay varias propuestas sobre la mesa pero que la particularidad de la ciudad de Inca probablemente obligue a llevar a cabo una combinación de sistemas de recogida y no un único modelo. Todo dependerá, evidentemente, de un informe técnico que se está redactando en estos momentos.
Uno de los sistemas que se implantaría, probablemente en los barrios, es el de recogida puerta a puerta. También se baraja la posibilidad de instalar contenedores controlados posiblemente con una tarjeta de registro.
Una propuesta que cobra fuerza es la de establecer bonificaciones particulares para quienes reciclen bien. Se inscribirán en un registro y se controlará que reciclen correctamente. "A cambio pagarán un recibo de basura muy reducido", explica la edil.
