Ayuntamiento de Felanitx y Club Nàutic de Portocolom andan a la greña. El alcalde, Joan Xamena (Més), ofreció ayer una rueda de prensa en la que expresó su "preocupación" ante la posibilidad de que el Club Nàutic "prosiga cerrando al público zonas de primera línea". En concreto, Xamena teme que el club no deje circular en la zona del aparcamiento (antiguo Passeig Miquel Massutí). En esta linea, Llorenç Tortella, regidor y delegado del alcalde en Portocolom, advirtió de que "la gente está muy preocupada" y hay "quejas constantes" por las iniciativas del Club Nàutic. Por todo ello, ambos no descartan que pronto se convoquen manifestaciones de protesta, "como las que ya se hicieron por ejemplo contra el proyecto de privatización del faro o el vigente plan de una piscifactoría", ambos impulsados por otros organismos.

Consultado por este diario, el presidente del Club Nàutic, Climent Garau, remarcó que tanto la zona donde en la pasada legislatura se promovió una adecuación por cuestiones de seguridad, residuos, etc. (junto a la rotonda de entrada a la localidad), como el área donde desde la pasada semana se ejecutan obras para habilitar una rampa de 5x8 metros (junto al aparcamiento en el que pueden estacionar casi sesenta vehículos), "son propiedad del Club Nàutic, y en ambos lugares los peatones siguen podiendo pasear". Solo cuando se utiliza una máquina muy pesada se ponen unas barreras para evitar riesgos para personas.

Vía libre desde hace años

En cuanto a la zona de aparcamiento, Garau explicó que el Club Nàutic durante los últimos tiempos viene permitiendo el tránsito de vehículos. No obstante, reconoció que, de cara al futuro, una vez que la nueva rampa sea una realidad, "el Club podría prohibir el paso en determinados casos puntuales, principalmente cuando haya actividades de fomento del deporte náutico entre los jóvenes, y cuando técnicos así nos lo aconsejen para garantizar la seguridad".

En contraste, Xamena sospecha que "continúe la privatización progresiva de la primera línea por parte del Club Nàutic". Se trata, según él, de "una zona pública que utilizan todos los felanitxers, un espacio de tradición pública que forma parte de la idiosincrasia de Portocolom, que no puede compararse con otros sitios, tiene su encanto y las iniciativas del Club Nàutic están dificultando el paso".

Por todo ello, Xamena aboga por convocar una reunión entre Ports, Ajuntament y Club Nàutic, para analizar la situación y mejorar Portocolom con sentido común. Por último, denunció la desaparición del documento-solicitud que hizo Ports, en la anterior legislatura. Exactamente Ports pidió un informe (no vinculante) al Ayuntamiento para conocer su versión sobre las intenciones del Club Nàutic. Xamena cree que el consistorio debería de haberse pronunciado y defender en consecuencia los intereses generales.

Por su parte, Garau subraya la legalidad de las obras emprendidas por el Club Nàutic, disponiendo siempre de las pertinentes autorizaciones. Respecto a la nueva rampa, asegura que es necesaria a fin de preservar la parte antigua y patrimonial de Portocolom. Además, la actual rampa (de madera y con bidones) "supone un peligro principalmente para los niños al tener que cruzar la calle Pescadors". Sobre ello el consistorio discrepa y dice que sería más conveniente una nueva rampa en sa Bassa Nova.

Garau reitera que el club es una entidad "sin ánimo de lucro" que apuesta por el fomento de los deportes náuticos. La nueva rampa "podrá ser usada por cualquier persona" y la tarifa unitaria "rondará los ocho euros". El club suma unos 520 socios y cerca de 240 puntos de amarre. Paga un canon anual de unos 200.000 euros. La concesión expirará en 2037. "Somos transparentes y hemos ido informando siempre al alcalde de las obras que hacemos. En el caso de la rampa, en septiempre informamos en el semanario local, pero por cuestiones burocráticas no comenzaron hasta este mes", declara.